Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unas chuletas doraditas con papas nativas sancochadas, salsa criolla y, para tomar, un emoliente calientito. “María, se ven muchas peleas en las parejas por cuestiones de dinero. Este problema siempre ha existido, pero ahora como que aumentan, pues bastantes personas buscan aparentar lo que no son o no tienen, y gastan mucho más de lo que deberían. Se endeudan o cogen dinero destinado a otros fines importantes como el pago de estudios para hacer viajecitos, comprarse ropa de marca, joyas y hasta el carro más caro.
Todo para después estar publicando en redes sociales hasta lo que comen en algún restaurante. Parecen sentirse ‘realizados’ cuando exponen su vida ‘maravillosa’ a la vista de los demás. Este es un grave error en el que incurren más personas de lo que se cree. No viven de acuerdo a su realidad y después, cuando se ven agobiados por las deudas y los acreedores, comienzan las peleas, las recriminaciones. Algunos consejos de los que saben para llevar una vida financiera ordenada. Hacer esto contribuye en gran medida a la felicidad del hogar y de la pareja:
- Haz un presupuesto y respétalo. Básicamente es saber con exactitud cuánto es el ingreso familiar. Y a partir de ahí programar los gastos, que jamás deben ser superiores. Incluso, debe permitir hacer un ahorro mensual. Así sea mínimo.
- No preocuparse de las apariencias. Llevar una vida digna y con tranquilidad, con los gastos básicos cubiertos, sin deberle a nadie, debe ser el principal objetivo.
- Jamás te endeudes si no es estrictamente necesario. Recurrir a préstamos está bien si es por alimentación, enfermedad, estudios u otro fin importante. Pero jamás por comprar ropa, un viaje de placer, un televisor o ir a un restaurante.
- Ten cuidado al pedir un préstamo. La cantidad mensual para pagar tus deudas no debe ser mayor a un tercio de tus ingresos. Respeta esto para poder dormir tranquilo”.
Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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