Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sabroso estofado de osobuco con papita amarilla, arroz blanco y su rocoto molido. Y para calmar la sed, se pidió una jarra de agua de cocona. “María, qué terrible el caso de esa mujer que, cuando subía a la cima del cerro San Cristóbal por Semana Santa, encontró a su esposo con su amante agarraditos de la mano. Mientras que ella iba a rezar por la unión familiar, el tramposo con la ‘otra’, cínicos, iban a golpearse el pecho, pedir perdón por sus pecados y seguir con su relación prohibida. Vi el video de la pelea de las dos mujeres por la televisión y me acordé de ‘Manuel Donayre’ de Yo soy, quien reveló que se separó de su esposa por ‘una traición’ y ella se quedó con la casa que construyó con el dinero del premio que ganó en el concurso. El cantante dice que la mujer no lo deja ver a su hijito y él ha tenido que volver a cantar en las calles. Qué triste historia. El matrimonio es el mayor compromiso de la vida. Sin embargo, las estadísticas muestran que más de la mitad de personas caen en la infidelidad. El adulterio causa dolor y muchas veces termina en el divorcio. Y los más perjudicados son los hijos. Esto le hace un grave daño a la familia y a la sociedad. Aquí les dejo algunos consejos a tus lectores.
- Todo gira en torno a la confianza. El matrimonio es una institución que se basa en la credibilidad. La confianza es el ingrediente más indispensable en una relación.
- La importancia del respeto y tolerancia. Ver a la pareja como otro yo, tratarla como a uno le gustaría que lo traten. Acepte su raza, cultura y nivel social. Nunca recurra a apodos o insultos.
- El diálogo es fundamental. Una relación sólida precisa, indispensablemente, de una buena comunicación y diálogo. Preguntarse sobre los sueños, las necesidades y los deseos de cada uno puede ser un buen tema para iniciar una conversación.
- Nutra su intimidad con su cónyuge. Tener intimidad con gestos cariñosos, abrazos, besos y relaciones sexuales es una parte esencial para mantener la unión.
- Nunca hable mal de su pareja. En el matrimonio, el hombre y la mujer están en el mismo equipo. Por eso, ninguno debe criticar al otro, ni de frente ni a sus espaldas.
- No crear problema donde no lo hay. Hay personas que siempre están buscando defectos en la pareja, lo cual crea un clima de ansiedad y turbulencia.
- Aprenda a discutir de manera justa. Las discusiones son normales en una relación de pareja. Nunca recuerde situaciones pasadas que no se hayan resuelto. Si el problema se torna difícil, acordar retomarlo después, cuando las aguas se hayan calmado”.
Qué buenos consejos da mi amigo Gary. Me voy, cuídense.
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