Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tacu tacu de frijoles con un lomo al jugo encima y, para tomar, un emoliente calientito. “María, veo a muchos padres de familia que se quejan porque a sus hijos no les gusta estudiar, pasan demasiado tiempo con los juegos electrónicos, no quieren ayudar en los quehaceres del hogar y hasta son poco cariñosos y empáticos con sus padres y hermanos.
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Creo que todo lo que ocurre es consecuencia de algo. Si tu hijo no tiene apego al estudio, casi siempre será porque no fomentaste el amor a la lectura, ni la disciplina y el orden. Siempre ha sido difícil ser un buen padre, pero creo que lo es más ahora, pues en muchos casos ambos padres salen a trabajar y los hijos se quedan solos. En este fin de semana, los padres que no trabajen y tengan la suerte de quedarse en casa, deberían dedicarlo a la familia, a sus hijos. Algunos consejos de los expertos para criar bien a los chicos:
- Fortalece la autoestima de tus hijos: Hay que elogiar sus logros desde pequeños y permitir que hagan las cosas por sí solos para que se sientan capaces y fuertes. Hay que evitar los comentarios denigrantes o afirmaciones como ‘qué tonto eres’, ‘nada haces bien’, ‘te comportas como un bebé’. Hay que corregirlos de manera positiva: ‘Este trabajo lo hiciste bien, pero tú puedes hacerlo mejor, esfuérzate un poco más’.
- Reconocer las buenas acciones: Los padres muchas veces llaman la atención de sus hijos con el fin de corregirlos, pero olvidan reconocer sus aciertos. ¡Hay que hacerlo! ‘Barriste la sala sin que nadie te lo pidiera, muy bien’. ‘Te vi jugando con tu hermanito menor y tuviste bastante paciencia. Te felicito’. Las recompensas deben ser abundantes: abrazos y elogios.
- Establecer límites: Es fundamental la disciplina en todo hogar para que los hijos elijan comportarse bien y aprendan a autocontrolarse. El objetivo es que se conviertan en adultos responsables. Algunas reglas pueden ser: no mirar la televisión hasta que hayan hecho las tareas.
Tampoco permitir los golpes ni los insultos. Es recomendable tener un sistema: primero una advertencia y luego las consecuencias, que pueden ser una penitencia o pérdida de privilegios. No se puede caer en el error de castigar un día un mal comportamiento y al siguiente día ignorarlo. Hay que ser constante.
- Haga un tiempo para sus hijos. Trate de que la familia se reúna en la mesa para la comida. Si tiene que levantarse de la cama unos minutos antes para lograrlo, hágalo. Busque otras formas de relacionarse con sus hijos, como ponerle una nota o algo especial en la lonchera.
Cuando los hijos son adolescentes es más difícil estar tiempo con ellos, así que trate de estar disponible siempre que lo requieran. Asista a conciertos, juegos o eventos con ellos. Así les transmite su afecto y conocerá otros aspectos de su hijo”. Qué buenos consejos de Gary. Me voy, cuídense.