El Chato Matta te relata cómo disfrutó el Pancholón en Paraguay tras encontrarse con un viejo amor. Foto: FPF
El Chato Matta te relata cómo disfrutó el Pancholón en Paraguay tras encontrarse con un viejo amor. Foto: FPF

El Chato Matta llegó al restaurante por una parihuela de cabrilla con choritos, langostinos, rocotito y, para tomar, una limonada frozen. “María, el gran Pancholón regresó contento de Ciudad del Este, en . Recién bajadito del avión me invitó a su sauna privado para contarme las últimas. En la cámara de vapor a más de 50 grados con eucalipto, hierba luisa, manzanilla y cascaritas de naranja, el gordito empezó su relato. ‘Chatito, la vida es una sola. Desde los 20 años viajo por el mundo gracias a mi viejo Mazamorrita que me llevó a la radio y me dio el micro. Estoy feliz porque en Paraguay me reencontré con un viejo amor que ahora es ginecóloga, y la otra es que los bravos muchachos de la selección, con diez hombres, trajeron un punto de oro como visitantes que, al final, va a significar mucho para poder estar entre las siete selecciones clasificadas al. Después de 24 años ubiqué por las redes a mi linda paraguaya, Larita, ya que en 1999 se jugaba la Copa América en su país, y justo en Ciudad del Este la conocí.

Trome|Pancholón con su paraguaya
El Chato Matta te relata cómo disfrutó el Pancholón en Paraguay tras encontrarse con un viejo amor.

Recién cursaba el segundo ciclo en la universidad y la invité al estadio a ver el encuentro entre Argentina y Brasil. ¡Me acuerdo que justo en ese partido el argentino Palermo falló tres penales! Mi ahora doctora me esperó en el terminal terrestre y me recibió en su Jeep 4x4. Al verme, me dijo: ‘¡Los años no han pasado por ti, sigues lindo gordito!’. Aaaaasu, cuando me dijo esas palabras mi autoestima se triplicó y le propuse: ‘¡Vamos a las cataratas de Iguazú y después te llevo al estadio para estar con los hinchas peruanos y alentar a mi bicolor!’

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Llegamos a la cancha y yo estaba de incógnito. Los ‘peruchos’ que fueron a alentar y venían de todas partes del mundo la empezaron a enamorar. Como buen varón marqué mi territorio y a los muchachos les dije: ‘¡Vamos a gilear o vamos a alentar, carajo!’ Y ahí empezaron a cantar ‘OLÉ OLÉ OLÉ, OLÉ OLÉ, CADA DÍA TE QUIERO MÁS. SOOOOOOY SOY PERUANO DE SENTIMIENTO, DE CORAZÓOOOOON, OLÉ OLÉ OLÉ OLE, CADA DÍA TE QUIERO MÁS, SOY PERUANO DE SENTIMIENTO...’. Mi hermosa doctora me dijo emocionada: ‘¡Me hiciste respetar y de regalo ahora yo te voy a dar un premio al estilo guaraní!’

Pancholón fue goleador como Paolo Guerrero

Terminó el partido y volando nos fuimos a su departamento. Como , dejé todo en la cancha, con la única diferencia que yo sí liquidé el partido con un golazo de media cancha. Mi famoso salto del chanchito ha dado la vuelta al mundo. Recordé las cosas maravillosas que disfrutamos hace 24 años, pero el tiempo pasó volando y tenía que ir al terminal terrestre porque mi bus-cama salía a la 1 de la madrugada rumbo a Asunción. Llegaba a las 7 de la mañana, para trasladarme al toque al aeropuerto y de allí hacer conexiones en Buenos Aires, Santiago y finalmente a mi Lima querida.

A mi paraguaya la dejé triste, pero le dije que la iba a invitar al Perú para que conozca los lugares maravillosos que tiene nuestra patria’”. Pucha, ese señor Pancholón nunca cambiará, es un mujeriego cochino y sinvergüenza, y terminará viejo y solo. Me voy, cuídense.

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