Pancholon se alista para irse a Bolivia.
Pancholon se alista para irse a Bolivia.

El Chato Matta llegó al restaurante por un tiradito de pulpo al olivo y de fondo una jalea con mariscos y yuquitas. Para la sed pidió una chicha morada fresquecita. “María, te cuento que el gran Pancholón me timbró para invitarme a su sauna privado. ‘Chatito, ten cuidado con esa gente envidiosa y mala leche, se hacen pasar por tus amigos y después te clavan el puñal por la espalda. Son fuleros. Vente volando porque la cámara de vapor está buenaza. Le di una propina a Jaimito para que ponga hierba fresca’.

Cuando nos encontramos me contó: ‘Chatito, te cuento que llegué embalado a la barra del ‘Pelao’ Kike, el point de los amigos, en San Miguel. El ‘Pelao’ es mi causa y me dice: ‘Qué te ha pasado, estás arañado, cómo es posible que un caminante de tantas noches y amanecidas como tú esté así’.

Pancholón le responde: ‘Tienes razón, papá, entré en demencia, es que me fui con mi chamita, la abogada tóxica, a celebrar nuestro reencuentro en Barranco, y estábamos bailando pegaditos la canción ‘Manos de tijera’, de Jeinson Manuel:

‘Le dije al cielo que te fuiste y empezó a llorar/ seguro se acordó del día en que te conocí/ tú con el pelo suelto y yo con esas ganas de hacerte reír/ buscando mil maneras pa’ no ser de nuevo eso que siempre fui/ y ya no quiero ser./ Me duele cada vez que me acuerdo de tus besos/ me duele porque el tiempo va de ida/ y va sin ruta de regreso./ El día que le borraste a mi contacto el corazón/ ese día me borraste el corazón./ Y si pudiera hacer algo diferente/ lo habría hecho todo diferente/ tú y yo teníamos un propósito/ nada de esto fue a propósito./ No es secreto/ perdóname por no decirte que no soy perfecto/ y ahora que estás sola/ dime si me echas de menos, tan solo un poquito/ quiero saber si te duele lo mismo que a mí/ que a mí/ No es secreto/ perdóname por no mostrarte todos mis defectos/ ahora que estás sola/ dime si me echas de menos, tan solo un poquito/ quiero saber si te duele lo mismo que a mí/ porque yo no puedo respirar/ sin ti....’.

En eso que le estaba cantando al oído la canción, recibo un cachetadón y me dice: ‘Oye, viejo zorro, esa canción la he visto y escuchado en sus estados a mi examiga que te presenté y te la levantaste’. Yo le respondí: ‘Qué te pasa, mi amorcito, ya he cambiado y sería incapaz de meterme con tus amigas’.

Pancholón alista maletas para ir a La Paz a conocer una cholita linda

De respuesta recibí un manotazo con sus uñas y me dijo: ‘Qué cínico que eres, tú nunca vas a cambiar, maldito’. En eso me volteo y ¡fua! me arañó la cara. La miré y me retiré, y dije nunca más salgo con esta chama tóxica.

Mejor me olvidó de esta mujer y alisto mis maletas para ir a La Paz, en Bolivia, al partido de las Eliminatorias. Seguro allá voy a conocer una cholita linda’”. Pucha, ese señor Pancholón es un cochino y sinvergüenza. Nunca va a cambiar. Me voy, cuídense.

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