El Chato Matta llegó al restaurante por un sabroso cordero al palo con papitas horneadas y ensalada fresca con pepino, tomate y bastante ajicito molido. Para bajar la grasita, pidió una tacita de menta con hierbaluisa.

“María, estaba manejando y me timbró el famoso Pancholón para que lo acompañe a su sauna privado. Llegué para relajarme un rato y lo encontré discutiendo con el doctor Chotillo. Ahí, a más de 50 grados en la cámara de vapor, con eucalipto, romero, muña y cascaritas de naranja, maestro y discípulo se enfrascaron en un ardoroso debate. Afuera se escuchaba a todo volumen boleros cantineros del gran Iván Cruz: ‘Mozo, deme otra copa / esta noche quiero beber / esta noche quiero acabar / con el recuerdo de su amor /por favor, deme otra copa/ quiero acabar con ese amor / por eso, mozo, deme otra copa / quiero acabar con ese amorrrrrr...’.

PANCHOLÓN: Chotillo, te veo mal, eres el mismo ‘paganini’ de siempre. Tanto tiempo caminaste conmigo y no aprendiste nada. En ‘pepa’ estás al debe, solo te queda sacar la tarjetita y pasarla como mantequilla. No veo cuál es tu mérito si pagas capricho por una caricia, en cambio, a mí me alucinan y disfrutan. En la calle tengo el corazón de piedra. No como tú, que te enamoras por una movida. No seas malo...

CHOTILLO: Pancho, hablas mucho y solo vives de recuerdos. Ya estás de bajada. Estás como Alemania, te quedas en el primer round. Ni el ‘ayudín’ te salva. Los años no perdonan, la máquina del tiempo es implacable. La próstata y los triglicéridos te tienen mal. Ya me contaron que antes dejabas huella en La Posada y ahora te hacen un amague y llaman a otro pata joven del barrio para liquidar...

PANCHOLÓN: La firme que veo que toda la vida me has envidiado. Y eso que te divorcié de tu esposa, que era tu peor pesadilla. Ahora que estás soltero, no te regales mucho ni seas sano. Cuida a tu escultural Mery, que por andar por aquí y por allá, te van a atrasar... Tú eres como Rusia, al final te quedas sin nada...

CHOTILLO: Anda nomás, compra tu ‘pitufito’ para que no quedes mal. ¡Cómo es la vida! Ahora un pastillón de 5 soles te tiene que salvar la vida. Yo estoy enterito, fuerte como Lukaku de Bélgica. Me juego dos partidos con tiempo suplementario y penales, a ti te veo como al Maestro Tabárez de Uruguay.

PANCHOLÓN: A mí no me florees, hay una flaca que salía contigo que me contaba todito. Su frase era: ‘No pasa nada con Chotillo, cero a cero, se parece a España, toca, toca, toca y nada’. Te deja por los suelos”.

La conversación se puso muy caliente. Me voy, cuídense.

 

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