El Chato Matta llegó al restaurante por su arroz con pollo, parte pierna, y su papa a la huancaína. “María, recibí la llamada de mi hermano . ‘Chato, baja ahorita a mi sauna privado. Están poniendo hierba fresca, eucalipto, hierbaluisa, manzanilla, muña y su canelita que le da un rico sabor. Estoy con el zambito Vitito Reyes, lo voy a destrabar a este negrito.

PANCHOLÓN: Vitito, los fiscales y jueces del Callao me están reventando el teléfono y me piden que te parche: que haces debatiendo con ese negrito que no está a tu nivel, tú deberías estar litigando al lado de Villa Stein y San Martín. Nadie te recuerda en la pelotita y la última vez que saliste en un periódico fue por un juicio de alimentos. Tu cuarto de hora ya pasó, no seas igualado conmigo. Mi Toyota del año 70 fue mucho más que tu Mazda rojo. Yo he agarrado ‘ruquitas’, pero tu máximo trofeo es una rubia con su plata que le hizo juicio a Magaly y una noviecita de un jefe de seguridad...

VITITO: Gordito, la cámara de vapor te está deshidratando el cerebro. Pregunta por mí en cualquier lado y dirán que siempre fui respetado en la pelotita y en el blando. No tengo la pepa del ‘Zorro’, pero las modelitos me seguían después de los partidos. Mi fuerte hasta ahora es de la cintura para abajo. Solo me comparo con el ‘Zorro’ porque las dejo marcadas. A ti te ven como el ‘Kiko de la cumbia’, el ‘Mero loco’ y el ‘Pizzero’, las chicas se ríen contigo. Un gordito chistoso con el que hacen hora...

PANCHOLÓN: Vitoco, tu mejor contrato fue en Boys y ganabas 3 mil dólares al mes y eso yo me lo gano en una hora en una conciliación familiar. A mí no me hables de pegada ni ‘pepa’, que lo ‘duros’ ya fueron. Y te recuerdo que a tu festival ninguna de esas loquitas que dices que te correteaban llegó a darte la mano ahora que estás ‘aguja’. Las chicas de hoy son monedas.com. Yo tengo mis ‘Pancholovers’, tampoco te me vendas como un ‘potro’ porque hay una porrista que se ha quejado que el ‘negro ya fue’.

VITITO: Gordo, ya me contaron que solo fuiste un ratito, cuando narrabas y tenías buenos auspiciadores, pero tu radio no la escuchaba nadie. Sonaba como una sartén. En Paraguay pagaste ganso, fuiste a un ‘night club’, llevaste una chica a tu hotel, te pepearon y se llevaron tu cadenón de oro...

PANCHOLÓN: Negrito, la firme que ya estamos viejos para estar en un dame que te doy. Tú tuviste lo tuyo y yo lo mío. Al final, en la calle la pampa es para todos y solo los giles se enamoran. Más bien, junta tu billete y aunque sea taxea para que no te quiten tu depa, porque casa es casa y cuando uno está viejo, apesta...

VITITO: Tienes razón, Panchito, lo vivido y gozado no nos lo quita nadie. La gente cree que siempre todo es felicidad, pero los tramposos también tenemos nuestros ‘Waterloo’. Reímos y lloramos. Como dice el gran Viti Ruiz: ‘Tú y yo somos hermanos, por amor no hay que pelear’. Mi consejo para ti es que ninguna chicoca te mueva el piso porque he visto a muchos bandidos que han terminado como sonsos y sacolargos. La edad es la edad. El ‘Zorro’ y la modelito se están dando sus gustitos. Nada más”.

Pucha, al final Vitito y el Gordito se abrazaron y timbraron a un par de amiguitas. Esos no tiene cura. Me voy, cuídense.

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