El Chato Matta llegó al restaurante por una sabrosa carapulcra con carne de res, chancho y gallina. “María, la semana pasada te conté el entre , quien estaba al lado de su inseparable amigo ‘Onur’ del Poder Judicial del Callao, y ‘Vitito’. El chinchano trajinó en las canchas por Alianza, Boys y Municipal, pero ya está en retiro. La semana pasada conté algunos ‘picotazos’ que se mandaron, pero hubo más.

VITITO: Gordito, me sacas la fulera, que no tengo ni 5 mangos. No te equivoques conmigo, yo siempre viví en Miraflores y no arrimado en la casa de mis viejos. El fútbol me dio hoteles 5 estrellas, restaurantes cinco tenedores; cuando quería comer buena carne, me iba a ‘La Tranquera’ o ‘La Carreta’. A ti te ven a la vuelta del mercado de Lince tomando tu emoliente y pan con queso...

PANCHOLÓN: No te desubiques, zambito. Mi viejito ‘Mazamorra’ llegó a facturar 30 mil dólares mensuales por tomar un vaso de cerveza en ‘Trampolín a la fama’. El churrasco y el bistec se malograban en mi refrigeradora o se los daba a mi perrito. Fui el primero en comprarme casa de playa en Santa Rosa, donde vivía al costado de Tulio Loza y había puro hijo de empresarios. Mientras tú estabas corriendo detrás de una pelota, yo ya viajaba por toda Sudamérica con miles de dólares de viáticos.

VITITO: Te veo mal, Emperador. Me hablas de tu papito y yo a los 17 años ya la rompía en la selección en el Sudamericano Juvenil de Paraguay. Tú estabas jalando cables para narrar un partido, mientras yo estaba en la cancha siendo protagonista. Después de los partidos, las nenas me pedían autógrafos y venían a mí...

PANCHOLÓN: Negrito, la firme que nadie te recuerda con la blanquirroja. De ti solo se me ha grabado el puñetazo que le metiste al paraguayo Garay en un Boys-Cristal, en el Carbajo. Te cuento que tengo más historia que tú en la pelotita. En la Copa América 1999 le metí diez goles de penal a Sergio Goycochea, subcampeón mundial con Argentina en Italia 90, en una competencia para periodistas.

VITITO: Gordito, eso solo fue un jueguito, como las flacas cuando salen contigo, y en La Posada te alucinan como Tongo. Dudo mucho que te sientan. A lo mucho se vacilan, hacen hora y están pensando que les vas a solucionar sus problemas legales sin cobrarles la consulta. A ti solo te conozco de la ‘Trinchera’, donde hay pura ‘centradora’, ‘picadores’ y taco 5 para abajo. Yo daba la hora en ‘Amadeus’, ‘Camino Real’ y ahora entro y salgo de ‘Spa’, ‘Sargento Pimienta’ y ‘Barranco Bar’.

PANCHOLÓN: Zambito, por siaca, yo soy abogado y de otro nivel, me muevo con jueces, fiscales y magistrados de la Corte, no con ‘charlies’ ni ‘tirapiedras’.

VITITO: La firme que nunca te he visto un ‘calzoncito’ respetable. Esa psicóloga con la que caminas está para el psiquiatra y cuídate de ese Chotillo, que ya me han contado que es ‘mala leche’.

PANCHOLÓN: Negro, esto no puede quedar así, te veo en mi sauna privado la otra semana. ‘Face to face’, como deben hablar los varones”.

Pucha, ese par es de temer. Me voy, cuídense.

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