El Chato Matta llegó al restaurante por un humeante caldo de gallina con presa grande, huevo duro, papita amarilla, limón y rocotito molido. Tenía los ojos rojos de la amanecida. “María, el viernes estaba en mi casa tranquilito, me había bañado para echarme en mi camita y ver la quinta temporada de ‘El marginal’ en Netflix, pero el gran Pancholón me timbró eufórico.

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