El Chato Matta llegó al restaurante para curar la resaca. Estaba ‘herido’ después de dos días a puro ron por las Fiestas Patrias. Se pidió un humeante caldo de gallina con presa grande, dos huevos, limón y ajicito molido. “María, me mandó un mensaje el gran : ‘Chatito, tú eres mi único amigo. Te espero en el local de mi causa Felipe con un Cartavio XO y unos chicharroncitos de pollo, no me falles’. Apenas llegué, lo vi a Pancho junto a dos de sus grandes amigos, los abogados del Callao ‘Onur’ y Jean, quienes leían unos mensajes en su celular. ‘Chatito, -me dijo-, me están acribillando por ‘wasap’ y Facebook, todo porque la semana pasada vinieron unos jóvenes universitarios y me hicieron una entrevista. Al final, la subieron a las redes y salieron las bandidas a atacarme. ‘Pancho, eres una basura. Te botas como gran mujeriego y no cuentas que ahora solo rindes con Viagra y, encima, te quedas dormido. Nunca te voy a perdonar que te hayas metido con mi prima. Gordo cochino...’. ‘Qué pena me da ese hombre, que se jacta de haber tenido más de mil mujeres, pero estoy segura de que ninguna lo amó de verdad. Pobrecito...’. Asuuu, las frases eran muy fuertes, algunas impublicables.

Pancho sonreía y me enseñó otros mensajes de jóvenes que lo admiran. ‘Maestro, usted debe dictar clases en la universidad, la calle y el mundo de la noche no se compran en la esquina...’. ‘Pancho, eres mi ídolo, mejor que Paolo Guerrero. Fuerza, maestro...’. ‘Panchito presidente, eres más que PPK...’. ‘Chato, me dijo el gordito después de tomarse un vaso cargado de ron, un mujeriego como yo, con tantas noches y amanecidas, cosecha odios y tempestades. Hay muchas mujeres que me odian y hasta me hicieron brujería y me clavaron alfileres, pero qué puedo hacer. No pudieron conmigo. La verdad es que un varón nunca debe hablar de su pasado con las damas. Se me fue la lancha. Conté cosas que deberían estar bien guardadas. Ahora, hasta las lesbianas me atacan y utilizan mi nombre para decirles a las chicas que están afanando: Esos hombres son una basura. Ese es su floro para acechar a las despechadas. Chato, sé que soy una especie en extinción, machista y cavernícola. Ahora veo casos de hombres que se depilan las cejas, se pintan los dedos de las uñas, se hacen peeling en las piernas y se cuidan más que mujercitas con cremitas y gel. Yo soy de los machos antiguos, salvajes, huelo a pezuña después de jugar fulbito con los abogados del Callao y así me aman. Pero sé respetar a las damas decentes y fieles. ‘Onur’ y Jean empezaron a interrogar al maestro.

ABOGADOS: ¿En qué piensas cuando haces el amor?
PANCHOLÓN: En todo, soy cumplidor y debo satisfacer a mis parejas. En ese momento, me acuerdo cuando narraba los golazos de ‘Kukín’ porque mi corazoncito es rosado.

ABOGADOS: ¿Te mandas o ellas se mandan?
PANCHOLÓN: Ellas vienen a mí, el amor es química pura, he visto billeteras gruesas que rebotan y esos dan pena. Hay que ser carismático, entrador y caballero cuando se enamora. Después, ya que pase lo que pase”. Pucha, ese señor Pancho es muy mujeriego. Me voy, cuídense.

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