Pancholón en el sauna. Foto: Difusión
Pancholón en el sauna. Foto: Difusión

El Chato Matta llegó al restaurante con hambre y sed. Se pidió un sudado de cabrilla con una porción de arroz blanco, yuca sancochada, limón y ajicito molido. También se tomó una jarrita con chicha morada fresquecita. “María, la vez pasada te contaba que Pancholón estuvo escondido porque lo habían amenazado por meterse con la mujer de un ‘chamo’, pero el gordito no puede con su genio y siempre vuelve a las andadas.

Sus historias en Trome dan la vuelta al mundo. En el Perú, Estados Unidos, España y hasta en Japón hay cibernautas que exigen que Pancho dé la cara y lance su podcast en YouTube como el de ‘Cuto’. Sería un golazo. Le dicen maestro, capo, presidente.

Después de jugar una pichanga en el Callao invitó a sus amigos abogados a su sauna privado, quienes lo rodean en la cámara de vapor, a más de 50 grados con eucalipto, manzanilla, hierbaluisa y maracuyá, para que cuente más anécdotas.

‘Causas, un mujeriego como yo, con tantas amanecidas, cosecha odios y tempestades. Hay muchas mujeres que me quieren ver muerto y hasta me hacen brujería. La vez pasada encontré un muñeco gordito en la puerta de mi casa con la lengua afuera, que tenía clavados varios alfileres en el corazón y todavía ahí, donde más duele.

Soy un devorador insaciable, pero lo bueno es que nunca miento. Por fin me divorcié de una mala mujer, vivo la vida, el viernes disfruté en concierto de la ‘Bichota’ en San Marcos y solo la abogada tóxica me persigue todo el día y es muy celosa, pero ya la ‘parché’.

‘Yo soy callejero y voy a morir en mi ley’, le dije serio. Las cosas claritas. La noche es mi amante, ya estoy viejo para enamorarme, solo dame que te doy, dejo bien a los varones y buenas noches los pastores.

SAUNEROS: ¿Muchas mujeres te odian?

PANCHOLÓN: Cuando termino con una prefiero desaparecer por completo. No pueden ser mis amigas, son amantes o nada. No me gustan las tóxicas ni locas. También hay mujeres nobles que te encuentras en el camino. Ellas te comprenden. Pero yo no confío en nadie, duermo con un ojo abierto y el otro cerrado. Aprendan, chibolos, un mujeriego nunca duerme solo.

SAUNEROS: ¿En qué piensas cuando haces el amor en La Posada?

PANCHOLÓN: En todo, ahora hay mucho hombre delicadito que hasta se depila las cejas. Esta generación de cristal me da risa. Yo hago el amor despues de jugar futbol. Todo sudado. No seas malo. Soy varón y debo satisfacer a mis parejas. En ese momento me acuerdo cuando narraba el golazo del ‘Chorri’ a Uruguay por las Eliminatorias a Francia ‘98 y el de tiro libre de Paolo a Colombia. También los de mi amado Sport Boys. Por mis venas corre sangre rosadita.

SAUNEROS: ¿Gastas mucho dinero en tus aventuras?

PANCHOLÓN: Solo lo justo. La plata cuesta ganarla y hay que cuidarla. Además, uno no puede hacer el papel de bobo, de gil. Su sanguchón de La Marina con todas las cremas, su gaseosita y su taxi. Tampoco soy ‘sponsor’, ‘monto’ o cajero automático.

SAUNEROS: ¿Cómo las conquistas?

PANCHOLÓN: Ellas vienen a mí, el amor es química pura y floro, he visto billeteras gruesas que rebotan y esos dan pena. Hay que ser carismático, entrador y caballero cuando se enamora. Después ya que pase lo que pase’”. Pucha, ese señor Pancholón es un cochino mujeriego y sinvergüenza. Va a terminar viejo y solo. Me voy, cuídense.

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