El Chato Matta llegó al restaurante por un chanchito en caja china crocante, con papitas doradas, ensalada fresca con lechuga, tomate y rabanito. “María, el gran Pancholón me mandó un mensaje por whatsapp. ‘Chatito, baja urgente a mi sauna privado. Estoy en la cámara de vapor y Jaimito va a cambiar la hierba con bastante eucalipto, manzanilla, hierbaluisa, muña y su toque de canelita y limón, que le da un rico aroma. También voy a aprovechar para hacer mis baños de asiento con agua helada para la próstata, ya que la tengo como una pelota de béisbol’. Cuando llegué, el abogado más mujeriego de Lima, Callao y balnearios estaba con ‘Chotillo’ en el jacuzzi y cantando una de sus canciones preferidas del gran Tito Gómez, que tanto le gusta: Este amor que me tiene loco/ Me está atormentando y no sé qué hacer/ dime tú, tú mi gran amigo/ alzando esta copa lo que debo hacer/ tú sabes bien cuánto la quise/ y sabes bien que la adoréééé/ y ahora resulta que solo fui un juguete/ no me resigno, pues yo no sé perder.... Ay, me duele verte sufriendo/ me duele verte llorar/ Si ella ya no te quiere. Olvida, vuelve a empezar... Dime, dime cómo hago, trato de olvidarla y la quiero másssssss...
En medio de las burbujitas, escuché este diálogo:
PANCHOLÓN: Chotillo, toda la vida no voy a estar a tu lado para escuelearte. Mira lo que le ha pasado a ese muchacho que se computa ‘cacharrero’ y le quemaron el carro, por avanzar como loquito por aquí y por allá. Ahora más que nunca la calle pica, antes de lanzarte a la piscina, debes meter a la chica a la computadora. Los paganinis y ganados como tú, pagan ganso... Además, ¿de cuándo acá eres ganador con los pantaloncitos?
CHOTILLO: Gordito, no me relojees. Ya pagué derecho de piso, estoy elegante, ‘chocolate’ y cada vez que entro a un salsódromo, acaparo miradas, se me regalan en una.
PANCHOLÓN: ¿Qué hubiera sido de ti si no me cruzaba en tu camino? Ni las moscas se te pararían. Te puse personal serio y tuve que salvarte cuando te iban a centrar con los ‘apretones’. Yo te enseñé a sacar la lengüita, patear debajo de la mesa, guiñar el ojo, entregar la tarjetita y a no cobrar la consulta. Pero eres mal alumno, te miran porque te ven con tremenda nave del año y ‘achote’ en el cuello, además la canallada se pasa la voz de que pagas capricho por caricias, pisa tierra, hijo...
CHOTILLO: Reconozco que tú me abriste los ojos y me hiciste conocer ese mundo de la cochinadita y el dame que te doy. Pero ahora hasta salgo en televisión y tú estás de bajada, dentro de poco te van a operar de la próstata y ya fuiste. Ya no tienes convocatoria y vives de recuerdos...
PANCHOLÓN: No seas malo, a ti los peloteros te ven como hincha y cuidado que cuando te volteas, esos que te abrazan, pulsean a tu escultural Mery...
CHOTILLO: Me envidias, Panchito. El discípulo superó al maestro, acéptalo”. Pucha, la conversación se puso caliente. La otra semana te sigo contando. Me voy, cuídense.
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