Orgullo por la cocina peruana.
Orgullo por la cocina peruana.

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una cachemita frita, pepián de choclo y arrocito blanco. Para tomar pidió una jarrita con hierbaluisa. “María, la comida peruana vive un momento espectacular a nivel mundial. Si ya teníamos en Lima a los mejores restaurantes del planeta, como Maido y Central, ahora TasteAtlas, la llamada ‘biblia de las comidas’, acaba de elegir al pan con chicharrón como el mejor sándwich sudamericano, y encima lo posicionó en tercer lugar a nivel mundial solo por debajo del Bánh mì de Vietnam y Tombik Döner de Turquía.

Hace unos meses, nuestro potaje estrella ganó el ‘Mundial de los desayunos’ organizado por el streamer español Ibai Llanos. Esto no es fruto de la casualidad o de marketing. Es la apreciación objetiva de que la comida peruana es superior por muchas razones: porque hay fusión con gastronomías de otros continentes a lo largo de nuestra historia. Aquí se combinaron los sabores africanos, árabes, italianos, españoles o chinos.

Los cocineros aprovecharon los extraordinarios ingredientes locales, como la papa, el zapallito loche, el maíz, el ají o el pallar para inventar platos, aromas. Además, tenemos un mar rico y extenso, una selva amazónica pletórica de especies, una sierra inmensa y valles fecundos en la costa. Lima compite de tú a tú con Madrid, París, Roma o Nueva York en gastronomía. No solo porque es más rica, sino que la fama de nuestros cocineros y locales ha trascendido fronteras.

Miles de turistas llegan al Perú solo para probar los exquisitos manjares que sirven en Central, Maido o los miles de restaurantes en todo el país. Por eso debemos cuidar al visitante extranjero, darle lo mejor y tratarlo bien porque él es más que un comercial.

Cuando regrese a su país recomendará a otros más a visitar el Perú. Las divisas que traen los extranjeros mueven muchas economías, como taxis, guías, restaurantes, hoteles, aviones, artesanías, industria textil y mucho más. El Estado tiene ahí una veta. Promocionemos más lo que tenemos, lleguemos al Olimpo de la comida. Que ese sea nuestro ‘hub’. Hagámoslo”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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