Foto: iStock.
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Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos tallarines verdes con un jugoso churrasco montado. Para tomar pidió una jarrita con chicha morada. “María, la familia es el núcleo principal de la sociedad. Papá, mamá y los hijos forman un todo. En algunos casos, hasta como una empresa donde cada cosa tiene su lugar. Los padres trabajan para darles lo mejor a los niños hasta que estos crecen. La obligación es darle casa, comida, educación y salud. Y cuando hay un poco más de dinero, viajes y lujos. En los últimos tiempos he visto cómo papá y mamá se pelean por plata en la casa.

Muchos no se miden con su presupuesto y quieren cosas que el sueldo no puede dar. María, no sé cuándo empezó esta moda de los viajes de promoción a lugares paradisíacos como Punta Cana o Cancún. Está bien, es bonito, pero muchos padres no tienen los recursos. Por eso, la pareja se tiene que reunir, conversar y esperar mejores tiempos.

Los hijos deben comprender que algunas cosas no pueden realizarse por más voluntad que tengan los padres. En mi barrio, he sido testigo de cómo los adolescentes se molestan si no les compran las zapatillas de marca o el celular de alta gama, porque sus amiguitos tienen.

La calle está dura, ya no se gana como antes y la cosa empeora cuando no hay solo uno sino varios hijos. Lo mejor es estar unidos, encaminados para trabajar por un objetivo, pero realista. Algunos consejos:

  • Calcula tus ingresos: Suma todas las entradas para saber tu capacidad real.
  • Registra tus gastos: Anota absolutamente todo, desde los pasajes para saber cuánto gastas.
  • Establece metas: Define objetivos (ahorro para emergencias, un viaje, deudas).
  • Clasifica gastos: Separa lo fijo (seguros, colegio) de lo variable (comida, gasolina, ocio).
  • Sé realista: Asigna montos que puedas cumplir, ajustando si es necesario.
  • Ahorra aunque sea un poquito y evita gastos supérfluos, como comidas en la calle o más ropa nueva.

Si puedes y tienes tiempo, haz cachuelitos o ten un segundo trabajo”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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