Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un cabrito a la norteña con yuca sancochada, arrocito graneado y sarsa criolla. Para tomar pidió una jarra de limonada heladita. “María, terrible la historia del administrador de una discoteca en Villa El Salvador, quien fue asesinado aparentemente por la envidia del gerente de otro local de bailes, quien ambicionaba el éxito de la víctima.
Para ello habría contratado a un sicario, que aún no es capturado. El fallecido recibió la llamada de una mujer, quien lo hizo salir de su trabajo a las 3 de la madrugada y dos horas después fue hallado muerto. En un principio se creía que fue ultimado por una mafia de extorsionadores, pero la Policía estableció que lo asesinaron por ambición.
Es increíble que hayan personas que enloquecen por el dinero, las propiedades y el poder. Para ellos eso es todo en la vida. No hay empatía, compañerismo o amor. Solo el dinero los mueve. Ojalá que esclarezcan el caso y los culpables sean internados en un penal.
Más o menos parecido es el caso de los políticos que llegan a un cargo público, no para trabajar en favor de sus votantes, del país o de los más necesitados, sino como poseídos para robar lo más que puedan, como si el mundo se fuera a acabar.
Ahí tenemos a presidentes encarcelados o con procesos judiciales por corrupción. Y ni qué decir de ciertos gobernadores regionales y alcaldes en todo el país, investigados por varios delitos. Esto es un pésimo ejemplo para los adolescentes y jóvenes que están pensando qué hacer con sus vidas. De repente se les ocurre ser políticos porque ‘la plata llega fácil’. Ellos deben entender que los corruptos acaban presos. Lo mejor es progresar en la vida en base al estudio y el trabajo honrado. Hay que desterrar del país las malas costumbres. Algunos consejos de los que saben:
- Aléjate de las malas juntas, de los vagos o viciosos. Esos no suman a tu vida. Hazte amigo de las personas honestas y de buen corazón.
- Nunca hagas trampas: en las pruebas del colegio, cuando manejes un carro o en el deporte. Te acostumbras a lo fácil, a no esforzarte.
- Si quieres algo, si ambicionas una cosa, trabaja para conseguirlo. Ahorra de sol en sol. Y cuando lo tengas, tendrás la satisfacción de haberlo conseguido en buena ley.
- Es bueno y un derecho tener ambiciones, pero para conseguir metas hay que andar con rectitud. Si ves que alguien progresa más que tú, estudia lo que hace. Lo más probable es que trabaje más, estudie más y tenga disciplina. Nada llega del cielo.
- Tienes que ser honesto en todo lo que hagas y en todos los campos. En el colegio, en la familia y en el trabajo”.
Gary tiene razón. Me voy, cuídense.