Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un arroz con pollo doradito, acompañado de ensalada de tomate, cebolla, lechuga, rocotito y, para tomar, una jarra de chicha morada friecita. “María, hoy 24 de diciembre es Nochebuena, que es cuando celebramos el nacimiento de Jesús. En nuestro país, como en gran parte del mundo cristiano, las familias se reúnen para cenar e intercambiar regalos. Incluso, muchos no creyentes siguen esta tradición de , porque es la oportunidad perfecta para que los seres queridos la pasen juntos. 

Sin embargo, es muy fácil caer en los excesos al comer y beber, lo que al final atenta contra la salud. Por eso, algunos consejos para pasar estas fiestas de Navidad sin problemas:

Muchas familias esperan a la medianoche para dar inicio a la cena navideña. Pero es un error porque puede causar problemas de indigestión. Además, a esa hora se llega con mucha hambre, lo que empuja a comer en exceso. Se puede cenar entre las 8 y 10 de la noche.

Lo ideal es controlarse al comer en el desayuno y el almuerzo, para que en la noche la cena no caiga muy pesada.

Antes de la cena se puede comer ensaladas de verduras o beber dos vasos de agua. Así no se tendrá demasiada hambre.

Se deben limitar las porciones en la cena. Lo recomendable es un trozo de pavo o chancho al horno, acompañado de verduras. Consuma lo menos posible en cremas, azúcares y carbohidratos.

Trate de no incluir en su cena la leche con chocolate y el panetón, pues podrían caerle bastante pesados si se incluye el pavo y otros alimentos. Puede ingerir panetón (no más de una rebanada del tamaño de la palma de su mano) y chocolate por la mañana. Evite untar mantequilla a este pan dulce, pues ya tiene bastante grasa.

Comer alimentos ricos en grasa y beber abundante licor podría enfermarlo. Mejor brinde con una copa de champán. Recuerde que no se trata de emborracharse, sino de pasarla bien con toda la familia.

Al día siguiente ingiera una dieta suave, con poca grasa y sin lácteos. Beba abundante agua.

Trate de no reventar cohetes porque son un riesgo para la integridad física, especialmente la de los niños. Además, el ruido que producen es un verdadero tormento para las mascotas.

Como ya se dijo, trate de no tomar licor, pero si lo hará, no maneje ningún vehículo”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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