Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un rico mondonguito a la italiana con arroz blanco graneadito, rocotito molido y una jarra de chicha morada fresquecita. “María, se acercan las fiestas de Navidad y Año Nuevo y es importante preparar bien el espíritu y el cuerpo para vivir esta temporada con más alegría, tranquilidad y el cariño de nuestra familia y amigos. En estas fechas, la gente busca reunirse, compartir y aunque suele haber estrés, tráfico y excesos con la comida y el licor, es necesario poner atención a algunas conductas que podemos adoptar para sentirnos renovados y llegar a las fiestas de fin de año con más energía y entusiasmo.
- Desintoxique su cuerpo. Incluya más frutas y verduras en su alimentación, consuma ensaladas, tome agua. Verá que la sensación de pesadez va desapareciendo y hasta se sentirá más ‘agilito’.
- Anime su espíritu. Escuche música alegre, cante, aproveche el sol para que ilumine de luz natural su hogar. Rezar y dar gracias también ayudan mucho.
- Haga ejercicios. Salga a correr o a caminar, baile, maneje bicicleta, suba escaleras.
- Comparta. Siempre hay formas de realizar o apoyar alguna acción social. Comparta algún alimento con quien lo necesita, done un juguete o ropa en buen estado a algún albergue o parroquia que esté realizando alguna colecta para niños por Navidad.
- El exceso de licor arruina la celebración. Además, recuerde que las ‘copas de más’ pueden llevar a estados de ebriedad, incluso a intoxicaciones, discusiones, ‘papelones’ y accidentes.
- Contágiese del espíritu navideño. Sonría más, abrace y exprese su cariño, decore su hogar. Los hijos, sobre todo los niños, son excelentes motivadores. No deje que la tristeza invada, en caso no esté físicamente algún ser querido.
- Viva en paz. Evite discusiones, aléjese de personas malhumoradas o irritables.
- Respete las señales de tránsito y límites de velocidad. Nada de ‘carreras’ ni maniobras para adelantar o ‘ganarle’ al tráfico. Su vida y la de los demás son valiosas.
- Sea responsable, pero no se presione. El mes de diciembre genera prisa por acabar muchas cosas, pero no asuma demasiados compromisos y menos pretenda hacer todo lo que no hizo durante el año o el agotamiento jugará en su contra”.
Pucha, mi amigo Gary tiene razón. Me voy cuídense.
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