Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su espectacular puré de papitas amarillas con arroz bien graneadito y un asado de res bien jugoso encima. Para tomar se pidió una jarrita de chicha morada al tiempo.
“María, el tiempo se pasa volando. Ya estamos en la primera quincena de noviembre, eso significa que no falta nada para llegar a las celebraciones de fin de año. Ya desde ahora muchas personas empiezan a estresarse y caen presas del pánico. Piensan en los regalos, en los eventos que se vienen, en las cenas y otras cosas. Todo esto los lleva a gastar de más y hasta ‘reventar’ su tarjeta de crédito.
Ellos deben tener presente que estas celebraciones, sobre todo la Navidad, es para pasarla en familia y no una competencia por entregar el regalo más costoso. El amor y cariño verdadero es el mejor presente que podemos darles a nuestros seres queridos. Hay que decirle ‘no’ a lo superficial. Más bien, resulta clave preparar el espíritu y el cuerpo para vivir estas fechas con paz, alegría y tranquilidad. A continuación quisiera dejar algunos consejos, que siempre son de utilidad:
No se endeude. Es verdad que diciembre es uno de los meses en que más se gasta, pero haga un presupuesto, contrólese y no gaste toda su gratificación o ingresos extras.
Anime su espíritu. Escuche música alegre, cante e ilumine su hogar con luz natural (el sol ya está apareciendo con fuerza). Rece y dele gracias a Dios.
Haga ejercicios. No hay nada más cierto que ‘mente sana, en cuerpo sano’. Salga a correr o a caminar, baile, maneje bicicleta, suba escaleras.
Viva en paz. Evite discusiones, aléjese de personas malhumoradas o irritables. Ante una situación incómoda, respire profundamente y piense en positivo. Tenga a su lago gente que sume, no que reste.
Desintoxique su cuerpo. Hay que llegar sanitos a las celebraciones de fin de año. Incluya más frutas y verduras en su alimentación, consuma ensaladas, tome bastante agua. Verá que la sensación de pesadez se va y hasta se sentirá ‘agilito’.
Comparta, sea solidario. Siempre hay forma de realizar o apoyar alguna acción social. Comparta alimentos con quienes lo necesitan, done juguetes o ropa en buen estado a algún albergue o parroquia que realice alguna colecta para niños de escasos recursos.
Tenga mucha moderación. Suele haber celebraciones previas, pero sea prudente con la ingesta de grasas y licor, ya que su cuerpo es el que pagará las consecuencias”. Mi amigo, Gary, da unos consejos estupendos. Me voy, cuídense.
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