
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos fetuccinis al pesto con un bistec montado. Para tomar pidió una jarrita de limonada fría. “María, desde hace muchos años, la política peruana se ha convertido en trampolín para enriquecerse, hacer negocios, lobis o servir al poder de mafias.
Desde alcaldes a gobernadores, presidentes de la república, concejales, ministros y funcionarios de mandos medios. De allí la importancia del rol del periodismo para alertar a la población cuando alguna cosa rara sucede en algún poder del Estado.
Este domingo llamó la atención un reportaje de ‘Panorama’, que reveló el sorprendente incremento patrimonial de la asesora del presidente José Jerí, Stephany Vega, quien llegó al Parlamento en 2021 como asistente del entonces legislador con un salario de 1558 soles.
Luego saltó a la Comisión de Presupuesto, donde su sueldo era ya de 5 mil soles. Este año, cuando Jerí asumió la presidencia del Congreso, Vega incrementó sus ingresos en 16 mil soles. Además, elevó su patrimonio en más de cien mil dólares en menos de cuatro años.
Según ‘Panorama’, entre 2023 y 2025, la joven adquirió un BMW valorizado en 60 mil soles pagado en efectivo y un departamento con cochera, todo por 120 mil dólares, cancelado al contado junto a su pareja. Es más, con dos chicas de 18 años puso un bar en Miraflores, por el que paga 6 mil dólares mensuales de alquiler, sin que sea un gran negocio.
Todo esto debe investigarse hasta lo último. No lo decimos por ella, pero mucha gente entra a la política, a la administración pública, para robar o ganar licitaciones a nombre de otras personas. La mayoría queda impune, andan bajo la sombra o protegidos por personajes poderosos.
Si tuviéramos, como Francia, Reino Unido o Estados Unidos, funcionarios públicos de carrera, esto no sucedería. Allí, los burócratas entran al Estado luego de un riguroso examen y van escalando de a pocos según su desempeño. No hay ningún advenedizo o empleado contratado previo ‘tarjetazo’. Necesitamos una revolución en el Estado”. Bien dicho por Gary. Me voy, cuídense.








