(Foto: Andina)
(Foto: Andina)

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito al horno con papas doradas y arrocito blanco. Para tomar pidió una jarrita con emoliente. “María, impresionante el reportaje de ‘Cuarto poder’ del domingo sobre la minería ilegal en Huánuco y Ucayali, que está depredando miles de hectáreas de selva con la complicidad de políticos miserables como los del Congreso. Las imágenes satelitales muestran que en apenas tres años las actividades ilegales han cambiado completamente el paisaje: zonas verdes han sido transformadas en cráteres de agua contaminada. Pasarán cientos de años para que allí vuelva a florecer un árbol.

Según el programa, en lugares como Pampas Verdes, zonas completas del bosque amazónico han sido reemplazadas por talleres, tolvas de extracción y viviendas improvisadas. En un operativo de la Fiscalía de Medio Ambiente y la Marina de Guerra, se destruyó maquinaria tras confirmar que se usaba para remover el lecho del río Pachitea y extraer oro utilizando mercurio, sustancia que contamina las aguas y el suelo.

La Amazonía, el pulmón del planeta, se está muriendo lentamente ante nuestros ojos. Y los culpables son los congresistas y hasta el presidente José Jerí, que, por ejemplo, han extendido un año más el Reinfo que beneficia a los mineros ilegales e informales, que no tienen ningún control de las autoridades. Lamentablemente, las mafias de este sector han penetrado el Poder Legislativo. Influyen en los representantes de derecha a izquierda. Y no es por amor al arte.

Esa actividad extractiva mueve doce mil millones de dólares al año. Por eso, en las sesiones de comisiones o el Pleno, los parlamentarios se mueren por defender a los ‘pobrecitos’ mineros, sin reparar que por su culpa nos estamos quedando no solo sin selvas y bosques, sino que el agua de los ríos, que llega a los lagos y a las represas, está contaminada con mercurio.

Es decir, la mayoría de peruanos toma agua no apta y eso lo saben muy bien esos impresentables congresistas, miserables y peseteros. Solo piensan en oro, en su bolsillo y no en el futuro. Y el futuro también es pesimista. En esta campaña electoral, la minería ilegal ha puesto harto dinero para financiar a postulantes al sillón de Pizarro o al Parlamento. Qué pena, por Dios”. Muy bien dicho, Gary. Me voy, cuídense.

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