Congreso da luz verde a ingreso de militares estadounidenses para entrenamientos conjuntos. (Foto: Andina)
Congreso da luz verde a ingreso de militares estadounidenses para entrenamientos conjuntos. (Foto: Andina)

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito al sillao con arroz blanco y camote sancochado. Para tomar pidió una jarrita de emoliente. “María, el Congreso aprobó que el personal militar de Estados Unidos ingrese al Perú, incluso con armas de guerra, hasta el 31 de diciembre de 2026.

La Unidad de Fuerzas Especiales de ese país realizará actividades de cooperación y entrenamiento con las Fuerzas Armadas peruanas y la Policía Nacional, en Lima, Callao, Loreto, San Martín, Huánuco, Ucayali y otras regiones. Me parece muy bien.

Eso no quiere decir que el país vaya a sufrir un menoscabo en su soberanía o que perdamos territorio. Solo es una colaboración para ejercicios con nuestra milicia. La presencia de soldados ‘gringos’ es conveniente para la transferencia de tecnología y preparación ante un eventual conficto armado.

Es más, sería bueno que ante el anuncio de que la Base Naval estadounidense en Manta, Ecuador, ya no seguirá en ese lugar, el Perú debería pedir a Donald Trump mover sus instalaciones a Talara, Iquitos o Tacna. ¿Por qué? Tener a militares norteamericanos acá, con sus buques de guerra, aviones, misiles y toda la tecnología de primer nivel, aseguraría que ningún país limítrofe se atreva a atacarnos.

Además, una base militar gringa trae desarrollo económico a donde vaya. Son millones de dólares que se inyectarían a la economía local. No hay que escuchar a esas voces ideologizadas que afirman, sin argumento válido, que eso sería como convertirnos en colonia de Estados Unidos. Bases militares de Washington hay en Reino Unido, Italia, Turquía, Japón, Corea del Sur, Egipto o Panamá. Y en ninguno de esos países piensan que son colonias. Más bien, lo consideran una garantía.

Con una base militar estadounidense en Perú, agredirnos sería una locura porque se meterían con el país más poderoso del mundo. Así que el Congreso y el gobierno deberían pensar en esta idea para traer paz y tecnología, y también para luchar contra el narcotráfico y el hampa”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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