Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un chanchito al horno con salsa criolla, papas doradas y, para tomar, un emoliente calientito con limón. “María, el Perú atraviesa una grave crisis económica que ha puesto a gran cantidad de peruanos en situación de pobreza. Esto es terrible porque significa que aumentan, por ejemplo, la anemia infantil, mal que impide a los niños que la padecen desarrollarse bien física y mentalmente, condenándolos a la pobreza y al sufrimiento por el resto de sus días.
Por eso, es ilógico, tonto y hasta parece una burla que nuestros gobernantes aumenten el número de feriados. Cuando el Perú necesita producir más, de manera irresponsable se encargan de impedirlo con más días de descanso. Afirman que lo hacen para fomentar el turismo interno, pero la mayoría de compatriotas tiene serios problemas para llegar a fin de mes.
Este 2024 tenemos en total 16 feriados, ya que el gobierno declaró, y el Congreso aprobó, como nuevos el Día de la Fuerza Aérea del Perú, que fue el 23 de julio, la Batalla de Arica y Día de la Bandera, el 7 de junio, la Batalla de Junín, el 6 de agosto, y la Batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre.
Está bien tener días feriados en el año que permitan celebrar fechas importantes, tanto religiosas como civiles, pues además permiten resaltarlas y darles el valor que se merecen, pero no debe abusarse de eso. Menos, como decía, en un país con crisis económica como el nuestro.
El trabajo y los estudios permiten salir de la pobreza, no las fiestas. Esperemos que al Congreso y al gobierno no se les ocurra crear más feriados, pues a este paso no sería raro que ya estén pensando hacerlo. Lamentablemente, parece que la motivación real es ganarse el respaldo o la aprobación de la gente con estos nuevos feriados, es decir, actúan de forma populista. Sin embargo, olvidan que la única forma de vencer a la pobreza es creando riqueza, para luego repartirla, pero esta no se hace sola, necesita del trabajo y el esfuerzo de la gente”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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