Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su plato de pallares bien caldosos, seco de cabrito encima y arroz bien graneadito. Para tomar se pidió una taza de manzanilla calientita. “María, todos los seres humanos tenemos una idea de lo importante que es el equilibrio en la vida, pero lo que pocos entienden es cómo hacer para que las diferentes situaciones que se presentan no ladeen nuestro barco. La vida no es fácil, hay momentos que nos sacarán de nuestras casillas y es aquí donde entra a tallar el equilibrio, que ayuda a controlarnos y así buscar una solución.
Jamás hay que dejarnos llevar por las emociones momentáneas. Hay que recordar las palabras de la escritora Mónica Esgueva: ‘Tomar las riendas de tu vida conlleva un esfuerzo, pero a cambio eres el actor, eres el director, eres el que escribe el guion de tu película, de la película de tu vida...’.
Tengan siempre presente que cuando el cuerpo y la mente trabajan juntos para crear un entorno sano, se construye un ambiente propicio para mantener el equilibrio, es decir, se produce un balance emocional y mental, lo cual nos hará más fuertes. Al cambiar tu mente y tu manera de hacer las cosas, cambias tu mundo. Para mantener el equilibrio, puedes seguir estos consejos:
Es necesario que cuides tu cuerpo para que tu mente también esté sana. El ejercicio regular y la dieta equilibrada van a influir positivamente en tu estado anímico y en tu nivel de energía. Trata de no consumir alcohol y dile no al cigarrillo. La vida sana siempre tiene premio.
Tómate unos minutos al día para reflexionar, puede ser bueno para ayudarte a minimizar los problemas que pueden surgir en tu vida. Para ello, podrías realizar ejercicios de meditación o simplemente tomarte unos minutos antes de acostarte para repasar cómo te ha ido en la jornada.
Para mantener un entorno sano, lejos de malas vibraciones, es necesario que identifiques y reconozcas a las personas que te ayudan a crecer, y aquellas que no. Aparta de tu vida a las relaciones tóxicas.
En situaciones complicadas, mejor date un tiempo para respirar y volver al presente. Si has de decir algo, que no sea en caliente. Siempre piensa: ‘No le hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti’.
Identifica de manera consciente el camino que quieres seguir. Busca un propósito en la vida y observa si tus acciones van en esa dirección. Identifica las intenciones de manera diaria para dirigir el poder de la mente”. Pucha, escuché con atención a mi amigo Gary y tiene toda la razón. Me voy, cuídense.