Maju Mantilla envía mensaje a Gustavo Salcedo tras acusaciones de infidelidad. (Foto: Instagram)
Maju Mantilla envía mensaje a Gustavo Salcedo tras acusaciones de infidelidad. (Foto: Instagram)

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un asado con puré, arroz blanco graneadito, ajicito molido y su jarra con hierba luisa calientita para la buena digestión. “María, me sorprendió ver en redes los comentarios que generaron las declaraciones del aún esposo de Maju Mantilla, Gustavo Salcedo, quien dejó entrever que la conductora le fue infiel con el productor de su programa.

Muchos matrimonios se rompen por varias circunstancias, pero principalmente por infidelidades y maltratos físicos. Como se sabe, meses atrás el ahora esposo dolido fue ‘ampayado’ en una situación comprometedora en un conocido hotel.

Parece que esa relación ya venía mal y trataron de llevarse bien por sus hijos y los negocios que tienen juntos. Pero las relaciones de ese tipo es difícil que continúen, pues es demasiado tóxico. En estos casos, los hijos son los que más sufren al ver las peleas y recriminaciones de sus padres. Una reflexión:

Si te tienes que separar, piensa bien en cómo lo haces. Lo mejor es poner a un lado todo tipo de rencores y no pensar en venganzas. Pero sobre todo no se debe utilizar a los hijos como armas para causar daño al otro.

Los hijos no tienen culpa de lo que hacen sus padres. Varios que se divorcian entrean en guerra. Los que tienen la patria potestad a veces se creen dueños de los hijos e impiden que la otra parte los vea. Hasta usan a los niños para exigir dinero, viajes o caprichos.

El padre y la madre deben ocuparse de la crianza de los niños y ver por el colegio, la salud, la ropa, vivienda, internet y lo demás. Ninguna de las dos partes debe pretender abusar del otro. Deben recordar que ante todo son los padres de unas criaturas inocentes y hacer cualquier sacrificio para que crezcan en paz.

Mantener el respeto y cordialidad. Deben tener buen trato, evitar hablar mal del excónyuge delante de los hijos o hacer comparaciones negativas que puedan herirlos.

Estar atentos a cualquier cambio de conducta en los hijos”.

Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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