Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un rico escabeche de pollo con su huevito duro, camote y una porción de arroz blanco bien graneadito. Para calmar la sed pidió una jarra con emoliente. “María, ya estamos en diciembre y por estas fechas la gente acostumbra tomar y comer en exceso, pues se presentan reuniones de fin de año con los compañeros de trabajo, promociones, vecinos y familiares.
En estas citas se ingiere harta grasa y muchos beben grandes cantidades de alcohol. Esto no es aconsejable. Hay que mantener la cordura porque podemos sufrir algún problema de salud que nos malogre las celebraciones. Por supuesto que debemos ir a nuestras reuniones sociales, pero no hay que excederse.
El Instituto Nacional de Salud reveló que el consumo de una tajada de panetón de 100 gramos representa para una persona el equivalente a ¡¡18 cucharaditas de azúcar!! Pensar que hay personas que comen medio panetón o más al día, pues no se puede negar que es muy sabroso.
-Hay que cuidar nuestro cuerpo. Más aún porque tenemos familiares que nos quieren y desean pasar estos días en paz, armonía y con alegría.
-No te prives de los alimentos y gustitos, pero cuida las cantidades y porciones. No es necesario comer como si mañana fuera el fin del mundo.
-Agrega ensaladas frescas a tus comidas. No solo son buenas para nuestro organismo, sino que ingerirlas te dará sensación de llenura y así olvidarás comer más calorías.
-Haz mucho ejercicio. No es necesario que vayas a un gimnasio. Sal a correr al parque, camina, nada o monta bicicleta. Así eliminas toxinas.
-Toma abundante agua, evita las gaseosas y otros refrescos que llevan azúcar en exceso.
-El licor es un vínculo para la socialización, pero no necesitas emborracharte para pasar un momento agradable. Con una copita de vino o un vaso de cerveza está bien. No hagas desarreglos”. Buenos consejos de Gary. Me voy, cuídense.