Mi amigo, el fotógrafo Gary, se presentó en el restaurante por su cau cau con ajicito, arroz blanco graneadito y, para tomar, limonada heladita. “María, el jueves las autoridades sanitarias de Australia, así como el gobierno de ese país, le negaron la visa de entrada al tenista Novak Djokovic para participar en el tradicional torneo a desarrollarse en la ciudad de Melbourne.
LEE TAMBIÉN: Tips para pasarla bien en la playa
El deportista serbio, conocido antivacunas, quiso ingresar con un certificado de exención, pero el primer ministro y el titular de salud australianos le dijeron no. Este fue un mensaje contundente lanzado al mundo: nadie tiene corona y antes que las estrellas del deporte está la salud de toda una nación.
Con el mundo remecido por millones de muertos producto del coronavirus resulta una afrenta que la gente no solo no quiera vacunarse, sino que se pasee por el planeta como si nada pasara. Que sirva de lección para los que, en el Perú, despotrican contra la campaña de vacunación que ha emprendido el Ministerio de Salud para detener la pandemia.
Parece que nadie recuerda que, en apenas dos años, la enfermedad que ha mutado varias veces ha causado más de 200 mil muertos: más o menos como si toda la población de Juliaca hubiera desaparecido. Según el titular del sector, Hernando Cevallos, el 80 por ciento de la población objetiva ha sido vacunada. El 20 por ciento restante no se ha acercado a ningún centro de vacunación, por más facilidades que se han dado.
Por eso le pedimos a los peruanos que se acerquen a los vacunatorios lo más pronto posible. No solo para estar protegidos, sino para que las molestosas restricciones sean levantadas y podamos hacer nuestra vida normal. Es que volver a nuestra anterior vida es vital para que el país se desarrolle. No me quiero ni imaginar cuántos trabajadores se quedarán sin empleo porque los negocios no podrán atender todas las horas que tenían programadas, las tiendas reducirán sus aforos al 40 por ciento, lo mismo que los cines, discotecas, bares y centros comerciales.
Acuérdense, los principales beneficios de la vacunación son:
- Puede evitar que se enferme gravemente aunque contraiga el virus.
- Todas las vacunas contra el coronavirus son seguras y efectivas.
- Al vacunarse uno mismo también protege a las personas que lo rodean.
- Es una forma más segura de evitar la muerte”.
Estoy de acuerdo con Gary. De nosotros depende vencer a la enfermedad más peligrosa de los últimos tiempos. Me voy, cuídense.