El Chato Matta llegó al restaurante por un rico sudado de cabrilla, una porción de arroz blanco, limón, rocotito molido y su limonada con hierba buena. “María, el gran Pancholón me escribió al WhatsApp. ‘Chatito, mi hermano, baja urgente a La Caleta de Chucuito, de mi hermano Gabriel, donde se presentan grandes artistas y cantantes. Solo confío en ti, varios abogados del Callao me quieren partir con mi personal’.
Llegué volando y el gordito estaba acompañado de una espectacular mujer, de nombre Marita. Sobre el escenario, Patrick El Pibe cantaba La boda de Belén: ‘Belén se va a casar el sábado en el barrio/ Y quiere para la fiesta muchos invitados/ Belén se entregó al amor que encontró en su pareja/ Y para sellar la unión el sábado en el barrio/ Celebrará su fiesta, ah/ Ella para la ocasión se vestirá de blanco, oh/ Esa fue la petición de su fiel adorado/ Belén se entregó al amor que encontró en su pareja/ Y para sellar la unión el sábado en el barrio/ Celebrará su fiesta...’.
‘Saludos a Pancholón que se va a Estados Unidos a cubrir la Copa América’, dijo al final Patrick El Pibe por el micrófono.
En ese momento, Marita, que era la pareja de turno de Pancholón, le pidió al oído con voz sensual: ‘Te vas a la Copa América, llévame papi’. Y Pancholón le responde: ‘Por esta vez no se va a poder, pero en setiembre que empiezan de nuevo las Eliminatorias te vas conmigo’. Luego se tomó un vaso de ron Cartavio XO.
Ella, toda melosa, le pidió que le relate un gol de Lapadula, para gozarlo en vivo y en directo, y Pancholón en su interior dice: ‘Uuuuy, ya campeoné de nuevo’. Pero ese momento alguien comenzó a gritarle de lejos: ‘Oiga, viejo zorro, usted no respeta a su mujer, ¿oyó usted? Porque yo soy su chama, la abogada tóxica. Usted no tiene corazón, yo estoy en la casa preparando su plato preferido, pabellón, el sancocho, y su refresco papelón con limón y sus arepitas, y usted bien gozando con las mujerzuelas’.
La tóxica le gritó furiosa a la nueva amiga de Pancholón: ‘Váyase, usted no tiene dignidad en meterse con marido ajeno, respete, respete’. Pancholón se molestó porque su chamita volvía a arruinarle un nuevo plan, así que le dijo: ‘¡Aquí terminamos! La libertad y la tranquilidad no tienen precio, menos mal que me voy a la Copa América por un mes y no te voy a ver’”.
Ese señor Pancholón no tiene arreglo. Por cochino y sinvergüenza va a terminar viejo, solo y abandonado. Me voy, cuídense.
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