Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pescadito frito con arrocito graneado, papitas doradas y salsa criolla. Para tomar pidió un juguito de naranja. “María, las calles de Lima y el resto de ciudades del país están cada vez más peligrosas. En especial estando tan cerca las Fiestas Patrias. Hace poco circuló el video de una pareja de esposos que llega a su casa y son asaltados en la misma puerta por dos maleantes, que con amenazas de muerte los despojan de celulares y dinero. O sea, uno ya no está seguro ni en su vivienda.
Te pueden atracar en la calle, en el mototaxi, en el micro o hasta en un restaurante. Ante la inacción de la Policía y los jueces y fiscales benévolos, la situación se está desbordando, siendo los más perjudicados los trabajadores honestos. No solo se necesitan leyes más duras, sino construir cárceles de alta seguridad en donde los presos más peligrosos no tengan ninguna comunicación con el exterior, como existe en Estados Unidos.
No les hagan caso a esos organismos de derechos humanos y pongan mano dura. Abran otra vez el penal d el Sepa en medio de la selva o El Frontón, frente al Callao, para depositar allí a los más avezados delincuentes peruanos y extranjeros. Estamos en guerra con el hampa y no debemos salir con un tenedor a combatirlos. Y para que no te roben sigue estos consejos:
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