En muchos casos, la droga causa daños irreparables en el cerebro. (Foto: Neil Evan/easyanimal)
En muchos casos, la droga causa daños irreparables en el cerebro. (Foto: Neil Evan/easyanimal)

Mi amigo Gary llegó cansado al restaurante porque estuvo toda la mañana recorriendo las calles de Gamarra porque, según me comentó, están preparando un informe especial para estas fiestas de fin de año. Se pidió una milanesa de pollo con ensalada fresca, una porción de arroz blanco graneadito y su jarrita con refresco de maracuyá.

“María, según diversos especialistas, el consumo de drogas está aumentando en los jóvenes cuyas edades van de los 13 a los 25 años. Eso es muy peligroso, pues esta lacra es una de las principales causas de problemas como la delincuencia, pandillaje y vagancia. Un adicto a las drogas no solo es una pesadilla para su familia, sino que también es una carga para la sociedad.

De acuerdo a recientes estudios, las más requeridas son la marihuana, el éxtasis y otras drogas sintéticas, pero también está la pasta básica de cocaína, que es infaltable en los fumaderos. Todas las drogas afectan la salud de las personas y su desarrollo personal, pues perjudican sus relaciones en la familia y hasta su rendimiento laboral.

Se acaba de morir, tal vez, el mejor jugador de la historia del fútbol, Diego Armando Maradona, quien consumió cocaína desde muy joven y su corazón pagó la factura. Así de claro. Te voy a reseñar los efectos de algunos de estos ‘venenos’ para que tus lectores tengan una idea del peligro.

  • Marihuana: Perturba el cerebro originando una situación de risa tonta con la mirada perdida, fantasías, desorientación, incluso alucinaciones. Después aparece la dejadez, indiferencia, pérdida de energía y falta de motivación, que invita a consumir de nuevo la droga. También acelera las pulsaciones, disminuye las defensas y deteriora los pulmones y las células.
  • Pasta básica de cocaína: Causa euforia y luego disforia (angustia, depresión e inseguridad). Adicción, psicosis y alucinaciones con pérdida de contacto con la realidad, agitación, paranoia y agresividad. Además, debilitamiento de los músculos, deterioro progresivo de la piel, migraña severa, hipertensión arterial, taquicardia, convulsiones, desgano e insomnio.
  • Clorhidrato de cocaína: Provoca pupilas dilatadas, escozor en la nariz y garganta seca. También dificultad para comer y mucha sed, pérdida de apetito y de sueño. Sensación de euforia, autoconfianza y una energía que se derrumba al pasar los efectos. En lo físico, causa problemas al cerebro, corazón y males respiratorios. Depresión, insomnio, desmotivación, irritabilidad, ansiedad, pánico, comportamiento repetitivo, alucinaciones, paranoia y psicosis.
  • Éxtasis: Dificultades psicológicas, como confusión, depresión, problemas con el sueño, ansiedad grave y paranoia. Tensión muscular, náusea, visión borrosa, escalofrío y desmayo. Al aumentar la frecuencia cardiaca, pone en riesgo a las personas con dolencias en el corazón”.

Mi amigo Gary tiene razón, ninguna droga es buena. Los jóvenes aprendan a decir no. Eso los hará más libres y sanos. Me voy, cuídense.


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