Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante para llevarse unas hamburguesas con papitas fritas, ensalada de lechuga y tomate y un refresco de maracuyá. Luego conversamos por teléfono. “María, uno de los motivos del aumento de la delincuencia y de que haya más violencia es la descomposición de la familia. Cada vez más chicos crecen prácticamente solos, pues sus padres o están separados o se dedican al trabajo la mayor parte del día. Entonces no hay quién les sirva como ejemplo, ni quien los guíe, corrija, les imponga disciplina o les dé amor.
Esto es grave pues los niños y adolescentes están en etapa formativa y, si no hay alguien quien les muestre el buen camino, será fácil que se desvíen. Da mucho para reflexionar el caso de cinco jóvenes amigos que han sido denunciados por una joven de 21 años, quien los acusa de haberla violado durante una fiesta en una casa de Surco. Un alto oficial de la Policía señaló que en esa reunión se consumió, además de alcohol, drogas como marihuana y cocaína.
Las investigaciones ya se están realizando para conocer toda la verdad, pero este tortuoso caso me hizo recordar que en mi juventud este tipo de situaciones no se daban. Cuando íbamos en grupo de amigos a las fiestas, los hombres estábamos pendientes de las chicas, las cuidábamos, y si alguna se pasaba con algunas copas, la llevábamos a su casa, no vaya a ser que algo malo le pasara.
Los padres son los responsables de la formación de sus hijos. El colegio, la universidad, son ayudas. Los expertos aconsejan para la crianza de los hijos.
- Educar con el ejemplo. De nada valdrá que a los hijos se les diga que no roben si ellos ven a sus padres robando. Papá y mamá deben estar conscientes de que sus hijos los están mirando en todo momento pues son sus modelos. Por ello, deben proceder siempre con rectitud.
- Disciplina y amor. A los hijos hay que decirles siempre que se les ama, abrazarlos. Pero tan importante como eso es imponer la autoridad, hacer que cumplan horarios, que no digan groserías en la casa, que no insulten a los demás. Hay que corregirlos con respeto.
- La violencia está prohibida. Insultar, humillar o golpear a los chicos daña su autoestima y se les convence de que todo se resuelve a las malas, sin diálogo.
- Conocer a sus amigos. Es importante saber a quiénes frecuentan, pues las malas juntas pueden malograr a una persona y su vida.
- Mucho cuidado con el internet. Esta tecnología es maravillosa para los estudios, el trabajo y otras actividades, pero también puede ser una puerta para que ingresen vicios y malas costumbres, además de que se puede estar expuesto a delincuentes”.
Gary tiene razón. Me voy, cuídense.