Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un rico arroz a la jardinera con costillitas ahumadas y para tomar pidió una jarrita de emoliente. “María, mañana arranca la nueva cuarentena para Lima y otras regiones, ya no podré venir, pero te llamaré para que me envíes tu rico menú por delivery.
Necesitamos que el Perú afronte con fuerza esta segunda ola y, por el bien de todos, usar bien la mascarilla, evitar desplazarnos para no movilizar más el virus y que no haya ‘privaditos’, más ‘fiestas Covid’, ni pichanguitas.
Nuestros médicos, enfermeras y todo el personal sanitario siguen batallando con todo su esfuerzo contra el coronavirus para salvar vidas, aún a riesgo de las suyas. Por otro lado veo la desesperación de muchos otros en enormes colas por comprar y vaciar anaqueles de supermercados, a pesar de que las tiendas y mercados a diario estarán abiertos.
Toca quedarnos en casa, salir solo uno por familia a comprar lo necesario y acatar los toques de queda y aforos indicados. Aprovechemos este tiempo en el hogar, con los niños y abuelitos, pero esta vez hagámoslo mejor. Algunos consejos:
- Calma. Ponga atención a su salud y la de su familia.
- No se aísle anímicamente ni se encierre en sí mismo. Busque comunicarse y compartir (llamadas, videollamadas, chats).
- No se llene de amargura e ira. Si la siente o está irritable es bueno reconocerlo, pero para enfocarse en resolverlo o se dañará más y a su familia.
- Cuide su descarga de frustraciones. Si le trató mal su jefe, no haga lo mismo con su esposo(a), hijos o mascota.
- Converse y juegue con sus hijos, y no solo si son pequeños. Los adolescentes también están con muchas dudas y descubriendo, en plena pandemia, un nuevo mundo.
- Disfrute: Juegos de mesa, películas, videojuegos, cómics, origami, karaoke, crucigramas. Vea fotos o videos de sus viajes, paseos o buenos momentos.
- Comparta más las labores en casa.
- Cuide su vida de pareja. Las tensiones también afectan a los hijos.
- Sea empático(a), no discuta. Busque ayuda profesional si sus emociones no las puede controlar. Ya pasamos una larga cuarentena y no queremos que esta se extienda más. Seamos responsables”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.