Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por chicharrón de pescado con sus yuquitas fritas, mayonesa, salsa criolla y rocotito molido. Para calmar la sed pidió una jarrita con agua de maracuyá. “María, el Poder Judicial condenó a treinta años de prisión a las venezolanas Kalisbeth Torres Rodríguez, ‘Kalisbeth’, y Franyeli Mendoza Pereyra (31), ‘Fran’, de la banda ‘Las Muñeca de la Mafia’, quienes captaban a confiados hombres en discotecas, a los cuales citaban en lugares desolados para que sus cómplices los obliguen a entregar la clave de sus cuentas bancarias.
Así asaltaron a un joven, a quien además torturaron con corriente eléctrica para vaciarle sus ahorros. Hay que tener mucho cuidado en cómo nos relacionamos con gente extraña. No nos debemos dejar llevar por la pasión o el deseo. Hay que sospechar de todo. Si alguna mujer te sugiere esa posibilidad, empieza a sospechar. Nunca metas a alguien que recién conoces a tu casa. Menos aún aceptes encontrarte en lugares oscuros o desolados.
Las bandas de venezolanos se aprovechan de la inocencia de muchos hombres para hacerlos caer en la trampa por intermedio de guapas y jóvenes mujeres. Las peperas pululan en los locales de baile, en centros de esparcimiento y están al acecho de hombres ávidos de conocer mujeres ‘fáciles’.
Mucho cuidado. Hace unas semanas, un joven profesional se fue a divertirse con su jefe y compañeros de trabajo a la ‘Calle de las pizzas’, en Miraflores. donde conocieron a dos chicas. A estas las llevaron para ‘seguirla’ en un departamento, pero las féminas les echaron somníferos a sus bebidas. El muchacho murió de una sobredosis. Tenía solo 25 años.
Las asesinas, que fueron grabadas, hicieron compras con las tarjetas de crédito esa misma mañana y fueron capturadas días después. La más avezada incluso subió fotos a redes sociales con las compras que realizó producto de su delito”. Me voy, cuídense.
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