Gobierno debe tomar medidsas ante graves denuncias en comunidades awajún. (Foto: Difusión
Gobierno debe tomar medidsas ante graves denuncias en comunidades awajún. (Foto: Difusión

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un bisté a lo pobre con plátano y huevito fritos, rocotito y, para tomar, una manzanilla calientita. “María, siento asco y rabia tras las denuncias de violaciones sexuales que sufrieron al menos 524 niñas y niños nativos en la provincia de , colindante con el Ecuador.

Estas monstruosidades fueron perpetradas de manera sistemática entre el 2010 y este 2024 por profesores, personal administrativo y promotores educativos en esa alejada zona del país. Cómo no sentir furia al pensar en el terror que debieron sentir esos angelitos inocentes e indefensos, de nueve, diez, once años, a manos de esas bestias, sabiendo que nadie los defendería.

Cómo puede ser posible que estos delitos tan graves hayan estado ocurriendo desde hace tantos años. Y encima el ministro de Educación, Morgan Quero, salió a decir que dichos ultrajes son una ‘práctica cultural’. Afirmación aberrante que fue apoyada por la titular de la Mujer, Ángela Hernández. La violación no es una práctica cultural.

Lo que hay allí es un grave delito que ha venido siendo perpetrado por degenerados de manera impune durante años. Esta indefensión, este abandono, es resultado del desprecio y la marginación de la que son víctimas esos peruanos pobres que viven tan lejos y donde el Estado está ausente.

La mandataria Dina Boluarte debe hacer algo urgente y no pasar el tema por agua tibia. Para empezar, el presidente del Poder Judicial debe poner oficinas permanentes en esos lugares con el fin de atender estos casos y castigar con todo el peso de la ley a los culpables. También hay que hacer vigilancia a las autoridades que ven estos temas, como fiscales, jueces, policías y otros, para que no favorezcan a los perpetradores.

Hoy hay violadores que reinciden porque no les pasa nada. Así, esas regiones apartadas se han convertido en el paraíso de esas alimañas sin perdón. Tienen que pagar el daño terrible que le hicieron a esos pequeños”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense

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