Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tiradito de pescado al olivo y, de fondo, un chaufita de mariscos con cremas y rocotito. Para tomar pidió una limonada frozen. “María, cada día está más cerca la Navidad y en esta época es normal sentir la necesidad de hacer compras para la casa, como el arbolito navideño, las lucecitas, regalos, ropa, panetón y otros.
Por eso, estos días son especialmente duros para las personas que no tienen un trabajo y pasan apuros para pagar el agua, la luz, la comida. Solo quienes han pasado por una situación así saben lo difícil que es. No poder atender las necesidades de tus hijos, de tu familia es terrible.
La recesión económica está afectando a cada vez más peruanos, quienes se sienten angustiados, ansiosos, irascibles y hasta deprimidos. Por eso, muchos hasta consideran cruzar la línea y pasarse al lado oscuro, es decir, cometer algún delito para obtener dinero.
Pero en estos casos es cuando las personas de bien deben demostrar su fortaleza y no perder la seguridad de que los malos tiempos pasan, no duran para siempre, y llegan días mejores. ¡No hay que perder las esperanzas! Es necesario apoyarse en la familia y ver alternativas para salir adelante, sin hacerle daño a nadie.
El mal camino jamás conduce a nada bueno y, en cambio, se puede terminar tras las rejas. La libertad y la tranquilidad no tienen precio. Es fundamental mirar la vida con optimismo. Algunos consejos de los que saben:
Busca alternativas: Si perdiste el trabajo, no desesperes y mira qué puedes hacer para generar dinero.
Fíjate en tus habilidades: Si eres bueno para algo, ve la forma de sacarle provecho. Por ejemplo, si sabes cocinar, puedes preparar dos o tres tipos de platos especiales, no más, y ofrecerlos a los amigos, vecinos o familiares por redes sociales o el teléfono y llevárselos. Así puedes empezar, sin necesidad de tener un local.
MÁS INFORMACIÓN:
Contenido GEC