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Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su estofado de pollo con ensalada fresca y, para tomar, naranjada heladita para bajar el calor. “María, miles de escolares en todo el país, principalmente de colegios privados, han regresado a las aulas para clases presenciales.
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En dos semanas más lo harán los de planteles estatales. Superado aparentemente el problema de la pandemia, debemos concentrarnos ahora en el aspecto educativo (hemos perdido dos largos años), sin descuidar la alimentación.
Y sobre esto último me quiero referir. Las madres de familia se rompen la cabeza a la hora de considerar una saludable lonchera para el refrigerio escolar de sus hijos.
En ese sentido, el Instituto Nacional de Salud (INS), recomienda alimentos y líquidos hidratantes. La nutricionista, Rosa Salvatierra, señaló que sustituir el desayuno por la lonchera no es recomendable para un escolar porque genera síntomas de cansancio y poca motivación en las horas de clase, perjudicando su rendimiento.
‘El refrigerio escolar saludable debe ser fácil de preparar, práctico de llevar, evitando opciones no saludables y abundantes, variado con alimentos disponibles localmente y, sobre todo, nutritivo y libre de octógonos’, precisó.
Agregó que la lonchera es la preparación consumida por los niños durante el tiempo específico de recreo, independientemente del lugar de procedencia o adquisición.
‘Puede ser ofrecido a media mañana o a media tarde y debe cubrir del 10 % al 15 % de la energía total requerida diariamente por el escolar para que pueda desempeñarse adecuadamente y no se afecte su rendimiento escolar’, detalló.
ALIMENTOS FRESCOS
Las altas temperaturas del verano obligan a buscar alimentos más frescos. ‘Las bebidas se pueden preparar con agua helada para que se mantengan hasta la hora del recreo e incluir frutas con mayor contenido de agua. Estas deber estar bien lavadas y con cáscara (mandarina, naranja, granadilla)’, dijo.
‘La hidratación es obligatoria y hay que elegir líquidos con bajo contenido de azúcar (máximo añadir 2 cucharaditas de azúcar por cada 200 ml). Evite las gaseosas, jugos y néctares envasados. Tampoco bebidas rehidratantes o energizantes porque son exclusivas para personas que realizan ejercicios físicos exigentes y actividades de alto rendimiento. Es mejor enviar agua, frutas, emoliente o agua de linaza’, sostuvo.
La nutricionista pidió asear a diario la lonchera para evitar la contaminación. Y usar recipientes limpios, herméticos y fáciles de abrir. Y lavarse las manos antes de consumir los alimentos”. Gary tiene razón, debemos darle lo mejor a nuestros niños. Me voy, cuídense.
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