Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una causa rellena acevichada, pescadito frito con sarsa y, para tomar, juguito de maracuyá con hielo. “María, en la tienda, en la calle, en el trabajo y hasta en la peluquería ya se está hablando de la cena navideña. Unos prefieren chanchito al horno con papas doradas y otros el tradicional pavo acompañado de ensaladas. Todo regado con vino, cerveza o un trago preparado. Encima, en muchos hogares, no se abandona la tradición de preparar chocolate caliente con panetón. O sea, una auténtica bomba nuclear para el estómago y el hígado. Nutricionistas del Instituto Nacional de Salud alertaron de que la cena navideña en el Perú puede superar las 4 mil calorías. Agregaron que como máximo, en todo un día, solo se debe ingerir no más de 2 mil calorías. Otro dato: en épocas navideñas el peruano engorda entre uno y dos kilos por la abundante ingesta de carne, pastas y grasas.
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Y si aparte de la comida le metemos trago, ya sea cerveza, vino, pisco o ron, la cosa se pone peor. Hay que cuidar nuestra salud. Los especialistas recomiendan no dejar de comer, sino hacerlo con moderación y evitando la combinación letal que es calorías y trago. En los días posteriores a la Navidad y el Año Nuevo, las clínicas y hospitales se llenan de gente con una fuerte indigestión producto de su mal hábito alimentario. El mensaje es: coma todo lo que quiera, pero poquito. Por ejemplo, el chocolate y panetón se debería comer en el desayuno y en la cena la carne y una buena ensalada. Por ello, sigue estos consejos:
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