El fotógrafo Gary llegó al restaurante por su plato grande de lomo saltado con papas fritas y arrocito blanco. Para calmar la sed, pidió una jarrita de agua de cocona.
“María, estoy indignado al igual que la mayoría de peruanos. No puedo creer lo que está pasando en Piura, donde el suboficial de la Policía Elvis Miranda Rojas ha sido encarcelado por abatir, en cumplimiento de su deber, a un presunto delincuente, durante una persecución policial el último domingo. Según el juez David Sosa Zapata, titular del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Castilla, el agente habría cometido abuso de autoridad y homicidio en conjunto, todo porque el supuesto criminal, identificado como Juan Carlos Ramírez Chocán, que minutos antes había robado a un transeúnte, no tenía un arma de fuego cuando lo encontraron. Este magistrado decidió detenerlo preliminarmente por siete meses en una cárcel, acogiendo en parte el pedido de la fiscal Lidia Castillo Chirinos, quien pidió nueve meses de detención. Esto ha generado una ola de críticas contra esta pareja de magistrados.
El primero en salir al frente fue el ministro del Interior Carlos Morán, quien aseguró que el efectivo abatió al malhechor en medio de una intervención legítima. Decepcionado, aseguró que hay algunos jueces y fiscales que están ejerciendo una perversa doctrina en la que el delincuente es la víctima. ‘¿O están con los delincuentes o están con la Policía?’, preguntó. Morán aseguró que no abandonarán a su suerte al efectivo y que harán todo lo posible para que salga cuanto antes. Incluso, la Oficina de Control de la Magistratura anunció una investigación preliminar contra el juez Sosa.
La indignación llegó a las calles y las redes sociales, donde miles señalan que solo en el Perú pasa que un policía va preso por defender a la ciudadanía. Esta situación genera una ola de temor.
Este tipo de decisiones provocará que ningún policía quiera enfrentarse a un delincuente y que la población tenga miedo porque estarán solos ante un hecho delictivo. La foto del efectivo Miranda Rojas despidiéndose de sus padres tras ser enviado a la cárcel se ha convertido en viral. Pese a que el agente intenta no quebrarse, no puede y se pierde en un abrazo con sus padres. Según la policía, el asesinado era una ‘joyita’. Sobre él pesan antecedentes policiales por robo y era desertor del Ejército Peruano. Toda la población espera que el Poder Judicial corrija esta resolución y libere al valeroso policía, a quien deberían condecorar y no encerrarlo junto a delincuentes en el penal Río Seco, donde su vida corre grave peligro”. Pucha, Gary tiene toda la razón. Me voy, cuídense.
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