Mi amigo Gary llegó al restaurante por un sabroso lomito saltado con papas fritas, pero antes abrió el apetito con un pisco sour, una combinación bien peruana. “María, desde que el Perú y la Santa Sede establecieron relaciones diplomáticas, en 1859, solo nos ha visitado un Papa. Fue Juan Pablo II, el Papa viajero, uno de los más recordados en el mundo, quien fue canonizado por el actual Sumo Pontífice, Francisco, el argentino Jorge Bergoglio. Ahora que el Papa Francisco ha anunciado su visita a nuestro país, debemos recordar a Juan Pablo II, soberano del Vaticano desde 1978 hasta su muerte, en el 2005.
Karol Wojtyla era su nombre y nació en Polonia, en mayo de 1920. En la secundaria, destacó como ajedrecista. De joven tuvo que trabajar en una cantera y en una fábrica química para evitar que lo deportaran a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Fichado por la Gestapo, Juan Pablo II se refugió en una casa abandonada. Se integró a un grupo de jóvenes que hacían teatro y otras actividades culturales para resistir a la ocupación nazi. También jugó al fútbol, era delantero y dicen que tenía buen dribling. A los 23 años ingresó a un seminario clandestino para sobrevivir a las masacres de las tropas alemanas. Siempre destacó por su extraordinaria inteligencia y llegó a dominar, además del polaco, el italiano, francés, alemán, portugués, ucraniano, ruso, croata, griego antiguo, latín y español. Su obra religiosa es muy conocida y los peruanos lo recuerdan con mucho cariño y gratitud.
Su primera visita al Perú fue en 1985, cuando era presidente Fernando Belaunde. Juan Pablo II visitó Palacio, la Catedral de Lima y veneró las reliquias de Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres y Santo Toribio de Mogrovejo. Luego, viajó a Arequipa, Cusco y en Ayacucho, en plena violencia senderista, con torres derrumbadas y coches bomba, dirigió un mensaje y pidió ‘cambiar el camino’. Posteriormente fue a Villa El Salvador, el Callao, Trujillo e Iquitos, donde pronunció su histórica frase: ‘El Papa se siente charapa’.
Los loretanos lo ovacionaron. Su segunda visita al Perú, en 1988, durante el primer gobierno de Alan García, fue más breve, pero recibió el cariño multitudinario del pueblo peruano. Como testimonio, hay muchos monumentos que lo recuerdan, además del mural que le hicieron a lo largo de la avenida Salaverry. Con esos precedentes vendrá el Papa Francisco, quien estará en Lima, Trujillo y Puerto Maldonado, una zona donde la minería ilegal está depredando la naturaleza. Ojalá su mensaje cale hondo en el pueblo peruano y nos traiga paz, unión y esperanza”.
Qué bonito recuerdo de mi amigo Gary. Me voy, cuídense.