Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sudadito de pescado con arrocito blanco, rocotito molido y una jarra de chicha morada al tiempo. “María, estoy seguro de que parte del gravísimo problema de la inseguridad ciudadana en el Perú radica en las cárceles. Desde esos lugares, muchos delincuentes planean y ejecutan extorsiones en la calle, ordenan asesinatos y hasta dirigen el traslado de toneladas de droga al extranjero. Además, para los presos con dinero son escenario de ‘fiestas romanas’, pues arman orgías con drogas, toda clase de tragos, llevan conocidos grupos musicales y meten prostitutas. Como si fuera poco, ¡tienen la llave de sus celdas!, que en realidad son suites, pues están amobladas a todo lujo, cuentan con aire acondicionado, televisores smart, equipos de sonido, alfombras, espejos, luces led, bares repletos de finos licores, ducha con terma y otras gollerías impensables en alguna cárcel de cualquier país civilizado. Lo que ocurre en nuestras prisiones solo es comparable a lo que sucedía en las cárceles de Colombia, en las épocas de Pablo Escobar. Acaba de revelarse que una banda de extorsionadores estaría exigiendo dinero al jugador de la selección peruana, Christian Cueva, lo cual considero un escándalo de grandes proporciones. No sería raro que todo esté coordinado por reos del penal El Milagro de Trujillo, donde vive su familia. La policía debe investigar y señalar a los culpables.
Por eso, me parece una buena noticia que el Ministerio de Justicia, dirigido por Marisol Pérez Tello, haya bloqueado las llamadas de celulares y la señal de wifi en varios centros penitenciarios como Chincha, Sarita Colonia y Ancón II. Me cuentan que en diciembre también lo harían en Ancón I, Castro Castro, Lurigancho y varios de provincias. Hace poco hubo un motín en el hacinado penal chalaco ‘Sarita Colonia’. Según las autoridades, los peligrosos delincuentes apodados ‘Bicho’ y ‘Cafecito’, señalados como los dos lugartenientes del condenado por narcotráfico Gerson Gálvez Calle, ‘Caracol’, no querían ser trasladados a prisiones de la sierra. La policía precisó que tenían información de que estos dos sujetos mantenían activa a ‘Barrio King’, la poderosa y sanguinaria banda de ‘Caracol’ que mueve millones de dólares en la comercialización de droga. Al final, un reo muerto, que fue quemado vivo, y unos sesenta heridos fue el resultado de la reyerta. Otro caso concreto es que un buen número de criminales presos en ‘Lurigancho’ tiene acceso a teléfonos celulares, porque existen autoridades corruptas que así lo permiten. Se debe barrer la corrupción de las cárceles. Es la única forma de ir derrotando a la delincuencia, que tiene jaqueados a los ciudadanos honestos que trabajan día a día con honestidad para llevar el pan a su hogar”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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