Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un lomito saltado de cordero con su arrocito y papas fritas. Para calmar la sed pidió una jarrita de jugo de maracuyá. “María, hace más de 200 años nos independizamos de España para ser una república. Muchos presidentes han pasado desde aquella fecha. Hemos sufrido guerras, terremotos, revoluciones, invasiones y épocas terroristas, pero los peruanos seguimos aún de pie. En estos últimos tiempos soportamos además una época de gran corrupción a todo nivel en los estamentos del Estado, desde el Congreso, municipalidades, gobiernos regionales y Poder Ejecutivo. Como un ejemplo de esta decadencia, casi todos los expresidentes vivos, o están presos o son procesados actualmente por robo o golpe de Estado. Eso sin contar a los alcaldes, ministros y gobernadores regionales con problemas judiciales. Pero pese a todo ello, estoy seguro de que saldremos a flote porque como dice el poema ‘Invictus’ de William Ernest Henley, que Nelson Mandela leía todos los días en su solitaria prisión de Sudáfrica, un peruano es amo de su destino y capitán de su alma.
Desde el inicio de la república hay muchos males que nos aquejan, aparte de la corrupción. El racismo, el clasismo, la desunión y la informalidad son cánceres que debemos desterrar de nuestras vidas para ser un país de primer orden y donde exista lo que en algunas naciones de Europa se practica, como es el ‘estado del bienestar’. Ahí debemos llegar, pero para eso hay que seguir estos consejos:
Que no le roben en Fiestas Patrias
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