Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos tallarines verdes con su planchita de hígado frito y rocotito molido. Para tomar pidió una agüita de cebada. “María, terrible la historia de esa menor de 14 años que escapó de su casa en Independencia y fue abusada sexualmente por un taxista que la llevó a su inmueble y la retuvo dos días.
La chica había querido salvarse del infierno que era su hogar, pues la nueva pareja de su mamá la golpeaba mucho, pero ingresó a uno peor a manos de un sujeto que ya está detenido. Qué drama para una sociedad que está en descomposición por el aumento de hogares disfuncionales donde falta el padre o la madre, o ambos se pelean delante de los hijos.
Ante esta situación, los hijos prefieren la calle, donde buscan un modelo a quien seguir y, debido a su inmadurez, terminan en manos de la delincuencia, la drogadicción o la prostitución. El Ejecutivo y el Congreso deberían unirse para elaborar un plan de protección efectivo de nuestra niñez y adolescencia.
Pero sobre todo de reforzamiento de la familia como núcleo fundamental de la sociedad. Creo que los menores necesitan ser criados en su totalidad por los padres, quienes les darán los valores que necesitan. Y en la crianza se fomentará su personalidad y madurez para poder enfrentar los peligros de la calle.
No dejemos que los medios, las redes sociales o la escuela formen a los niños, pues ya vemos cómo una ideología está desnaturalizando los valores aceptando, entre otras cosas, que se puede tener relaciones con niños o que estos decidan qué sexo tener a su corta edad. Bajo el imperio de la libertad se está permitiendo demasiadas cosas que no sabemos a dónde nos llevarán.
Por eso, hay que seguir estos consejos:
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