Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un seco de chabelo con canchita, cebollita y chifles. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada. “María, lamentablemente el hampa ha desbordado al Estado, como en México o Venezuela. Ahora uno ya no puede ni subirse a una combi o micro porque corre el riesgo de morir a balazos.
Las mafias están atacando a empresas de transporte público para obligarlas a pagar cupos. El colmo. En Trujillo los delincuentes ya empezaron a pedir dinero a los residentes de condominios para darles ‘servicio de seguridad’. Los que se oponen son baleados.
Y eso que no hablamos de los secuestros diarios, los asaltos y los asesinatos a manos de sicarios. Y, mientras tanto, la presidenta Dina Boluarte da abracitos y ratifica en su cargo al ministro del Interior. Necesitamos un titular del Mininter completamente dedicado a combatir al hampa, rodeado de los mejores y más honestos policías, con planes a corto y largo plazo.
No basta con sacar a las Fuerzas Armadas a la calle. Hay que combatir a las mafias con inteligencia. Como dice el general PNP (r) José Baella, debe aplicarse la misma técnica que llevó a la captura de Abimael Guzmán y sus secuaces en los años 80. Pero en este trabajo deben involucrarse también los jueces y fiscales, así como el Ejecutivo. Es una labor de varios frentes. El delincuente peruano o extranjero no debe tener escapatoria.
- No salgas a la calle luciendo artículos costosos. No cargues demasiado dinero. Sé cauto en todo.
- Si eres objeto de asalto, no te resistas. Entrega tus cosas de valor. Lo más preciado es la vida. La plata se vuelve a hacer.
- Denuncia de inmediato si eres asaltado. Es importante para que la Policía investigue. Si no hay denuncia es como si no hubiera pasado.
- Si vas a hacer transacciones bancarias, hazlo en ventanilla o de manera virtual. Los ‘marcas’ están al acecho.
- Si tienes carro, no lo dejes en cualquier calle. Hazlo mejor en una cochera.
- No te ufanes ante nadie que tienes joyas o dinero. Hasta el amigo más confiable o un familiar te puede delatar”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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