Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una chita al ajo con arrocito blanco, rocotito y una chicha morada al tiempo. “María, incontables personas en todo el mundo han visto por Internet las fotografías de Gastón Acurio, con el salsero y el español , al lado de los chefs nacionales Virgilio Martínez y Mitsuharu Tsumura. 

La cena se realizó la noche del jueves en el restaurante ‘Astrid y Gastón’, de San Isidro, donde los afamados cantantes, además, vieron la preparación de los platos que consumieron. Rubén Blades y Alejandro Sanz llegaron a nuestro país para presentarse en el concierto ‘Festival All Access’ que se realizará hoy en el Estadio Nacional, donde también cantarán el uruguayo Jorge Drexler y el incombustible puertorriqueño Eddie Palmieri, y que marcará la despedida del panameño de los escenarios para que postule a la Presidencia de su país. 

Será la segunda vez que lo hará, luego de que en las elecciones de 1994 quedó en el tercer lugar, entre siete candidatos, con el 20 por ciento de los votos. Definitivamente, la comida une a las personas. Es un maravilloso pretexto para juntarse y pasar gratos momentos. Pero también es mucho más. En nuestro país, la ha adquirido -en los últimos años- gran importancia como expresión de identidad cultural y como factor de desarrollo económico.

Los peruanos nos sentimos más peruanos compartiendo un cebiche, un seco de cabrito con frijoles, un rocoto relleno o un pollo a la brasa. Hasta hace dos décadas, la comida criolla no tenía el estatus del que hoy goza. En las reuniones elegantes de Lima, o en los hoteles cinco estrellas, era muy difícil que se sirvieran un ají de gallina, un arroz con pollo o una carapulcra que, si bien se podían disfrutar en casa, no estaban muy bien vistos en las citas importantes. 

Se prefería la comida internacional, que era tenida como refinada. Eso ha cambiado completamente. No hay salón distinguido, ni hotel cinco estrellas que no haga alarde de una carta donde destacan nuestros platos regionales y dulces tradicionales. Desde un suspiro a la limeña, pasando por los picarones, la mazamorra y el arroz con leche, así como el pisco. 

Este cambio de mentalidad ha hecho que, de casi no tener escuelas de cocina en Lima, se pase a tener muchas, donde miles de jóvenes estudian con el sueño de convertirse en estrellas de nuestra culinaria. Miles de restaurantes abren en todo el país, dando trabajo a más familias, con lo que nuestra cocina se ha convertido en un motor importante de desarrollo.

Sin embargo, aún siguen habiendo incongruencias inaceptables en el Perú. Por ejemplo, el elevado número de niños desnutridos en todo el país cuyo futuro, de esa forma, queda truncado. O los campesinos que proveen las materias primas a las cocinas del país, pero deben seguir aceptando pagos miserables de los intermediarios por sus productos”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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