Mi amigo Gary llegó al restaurante por su papa a la huancaína con sus aceitunas de botija y huevito duro, además de su arroz con pollo y su jarrita de emoliente. “María, pese a las advertencias de la policía y la prensa, muchas personas siguen jugando con fuego en Internet. El último caso fue el de dos adolescentes, una de 16 y la otra de 17 años, quienes conocieron por a un pervertido, que citó a una en el Parque Cánepa, en La Victoria, de donde la llevó con engaños a un hotel y la violó. Luego hizo lo mismo con la otra. Los sáritos de la red siempre y artimañas para engañar o seducir a sus víctimas. A veces se hacen pasar por mujer, como uno que cayó hace pocos días. Este depravado, quien hacía creer que era una ‘promotora de espectáculos’, ofrecía a las chicas trabajo con jugosos sueldos como promotoras, modelos y damas de compañía. Les decía que vayan a entrevistarse con su jefe, dueño del negocio. Este último era él mismo y las esperaba para, con una serie de tretas, tener relaciones sexuales e introducirlas en el mundo de la prostitución. La mayoría de víctimas de los delitos por Internet son menores de edad, pero también hay mujeres mayores y hasta hombres. Estos últimos son víctimas de las ‘peperas’, que los dejan calatos en hoteles o en sus propias casas, donde cargan hasta con las mascotas. Por eso, hay que estar precavidos. Te dejo algunos consejitos.

- Supervisa las actividades de tus hijos en las redes, pero no dejes de orientarlos y advertirles de los riesgos. Es mejor un niño consciente y con autonomía que uno vigilado y desinformado.

- No aceptes relaciones de amistad ni de ninguna otra índole con desconocidos. Aprende a establecer las diferencias entre un ‘seguidor’ y un ‘amigo’ en la red. En Facebook solo deberías agregar a personas que conozcas y te inspiren confianza.

- No compartas datos privados. Los delincuentes pueden averiguar dónde trabajas o estudias, qué lugares frecuentas y los movimientos de los demás miembros de tu familia.

- Si eres menor y estás siendo víctima de acoso por parte de un adulto o bullying de otro niño, comunícaselo a tus padres o tutores sin miedo ni vergüenza.

- No creas en todo lo que leas ni en las promociones que no inspiran confianza. Muchos hacen publicaciones por diversión o capturar datos privados.

- Evita compartir fotografías. Especialmente en modo público, pues suelen ser valiosa información para los ciberdelincuentes”.
Mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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