Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su sopa de morón, pollo al maní y, para tomar, limonada heladita. “María, luego de la terrible pandemia que dejó más de 200 mil muertos en el país, la gente se preocupa más de la salud y se mantiene atenta si alguno de sus familiares se siente un poco enfermo.
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Lo que no ha cambiado entre los peruanos es la mala costumbre de automedicarse o acudir directo a la farmacia para pedir al boticario algún remedio para determinada dolencia, obviando la opinión profesional de un médico. Otros ya son más radicales y acuden a los curanderos o herbolarios. Mucha gente se enfermó peor o hasta murió por tomar esos medicamentos sin control, especialmente los corticoides.
Debemos acostumbrarnos a acudir al médico. Solo ellos saben, según su experiencia y estudios, qué tipo de mal tenemos. Igualmente nos recetarán los medicamentos necesarios y en la dosis adecuada, además de llevar un control sobre los avances en nuestra salud.
En ese sentido, el Ministerio de Salud (Minsa), a través de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), continúa sensibilizando a la población sobre evitar el consumo de medicamentos procedentes del comercio ilegal o que sean adquiridos debido a publicidad engañosa.
“El uso de medicamentos de procedencia ilegal puede ser muy peligroso para nuestra salud, pues no solo no servirían para curar enfermedades, sino que podrían generar complicaciones, intoxicaciones, agravar nuestra condición médica y hasta provocarnos la muerte”, dijo la integrante del Equipo Contra el Comercio Ilegal de la Digemid, Margot Mora.
“Se debe evitar adquirir productos a los que se les atribuyen propiedades terapéuticas milagrosas, pues no tienen respaldo científico; por el contrario, ante cualquier malestar, optemos por no recurrir a la automedicación, consultemos con un médico y cumplamos estrictamente con el tratamiento que se nos indique”, explicó. Una de estas publicidades engañosas fue de la famosa ‘agua arracimada’ que promovía el hoy ministro de Salud, Hernán Condori, aunque ahora diga que se equivocó.
Con el auge de las redes sociales y el Internet, circulan muchos videos engañosos sobre determinadas propiedades de algunos medicamentos ‘milagrosos’ que dicen curar hasta el cáncer. La gente, desesperada, les cree y compra los productos, pero al final se da cuenta de que ha sido engañada.
La Policía también debería incursionar en los lugares donde se vende medicamentos importados de manera ilegal o de contrabando. Uno no sabe si están vencidos o no tienen certificación de salud. Mejor es comprar en establecimientos formales y con receta médica. Nuestra salud está en juego, no se olviden”. Pucha, mi amigo Gary tiene razón. No hay que jugar con la salud. Me voy, cuídense.