Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un espectacular arroz tapado servido con plátano frito y un huevito montado. Para tomar pidió una jarrita de jugo de maracuyá. “María, las calles cada vez son más picantes y peligrosas. Nadie está seguro en ningún sitio. La semana pasada mataron a un empresario ¡en el centro de San Isidro! Hay que andar con mucho cuidado y no confiarse.
El otro día un amigo acudió a una fiesta hasta la madrugada. Para irse a su casa pidió un taxi por aplicativo, pero como demoraba, de forma impaciente salió a la calle y tomó un taxi libre. Craso error. El chofer lo desvió de su camino, donde hizo subir a sus cómplices y lo asaltaron. No solo le quitaron su dinero y celular, sino que lo obligaron a transferirle miles de soles a través de sus aplicativos. Además, con sus tarjetas de crédito hicieron compras caras, todo en cuestión de minutos.
Por eso, yo ya no cargo tarjetas en mi billetera, salvo que vaya a hacer una compra puntual. Después las dejo en mi casa. También estoy pensando quitar el aplicativo de billetera digital en mi teléfono móvil. Esto pese a que los bancos han desarrollado un sistema para bloquear rápidamente las cuentas. Pero ante toda acción de las autoridades y empresas, los ladrones se adelantan.
Ahora obligan bajo amenazas al asaltado a que él mismo les transfiera dinero antes de que se pueda bloquear. Se las saben todas.
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