Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sudadito de corvina dorada con su porción de arroz y camote sancochado. Para calmar la sed pidió una jarrita de chicha morada. “María, este fin de semana el escolar Renato Gaitán del colegio Prolog de Lima se llevó un premio de 50 mil soles tras ganar el primer puesto del Concurso Nacional de Matemáticas realizado en la Pontificia Universidad Católica (PUCP).
Esto se debe destacar para que sirva de ejemplo a los miles de jóvenes y adolescentes del país de que se puede salir adelante en la vida con los estudios. En estos tiempos en que muchos muchachos creen que el progreso está en vender drogas o delinquir, el logro de Renato, quien se preparó desde hace años con la mira de ingresar a la universidad y ser un gran profesional, debe ser seguido. El esfuerzo, la dedicación, el sacrificio y el talento siempre nos llevan a buenos lugares.
Además, uno se convierte en orgullo de los padres, hermanos, familia, amigos y hasta del barrio. Eso no pasa con los rateros, proxenetas o narcotraficantes, que viven a salto de mata, huyendo del peligro y la Policía.
El carro del año, el departamento, el dinero en el banco o las joyas se consiguen con trabajo y más trabajo. Nada llega fácil. Y es importante también tener disciplina, ahorrar y prepararse para momentos difíciles. Hay una idea equivocada en muchos adolescentes, que quieren las cosas rápido. El buen trabajo, el buen sueldo o el celular de alta gama. Si no lo tienen, se sienten frustrados.
- Todo tiene una etapa y un tiempo. Si sueñas con ingresar a la universidad, prepárate desde ahora. Estudia bastante. También diviértete, pero con moderación.
- Huye de los malos amigos que te incitan a hacer lo prohibido. Escucha a tus padres, ellos tienen experiencia.
- Ten disciplina para todo. Distribuye tus tiempos para estudiar, dormir, ayudar en la casa y estar con tus amigos.
- Aliméntate bien y haz ejercicios para liberar estrés. No todo es estudio, evita que te sientas abrumado”. Me voy, cuídense.
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