
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una rica parihuela con corvina, mariscos y ajicito molido. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada. “María, queda menos de un año para que se vaya el actual Congreso de la República, considerado, por lejos, el peor de la historia.
Debido a mi trabajo como periodista, todos los días reviso las redes sociales y allí las críticas hacia los parlamentarios son demoledoras. Tenemos desde violadores a ‘mochasueldos’, ‘cortaúñas’, mal padres, infieles, comepollos y ‘niños’.
No solo eso, los muy frescos, por no decir otra cosa, se van a pagar ellos mismos ahora en diciembre 47 mil soles entre sueldo, gratificaciones, bonos, canasta navideña y semana de representación, mientras millones de peruanos con las justas tendrán un pollito a la brasa para celebrar la Navidad. Si al menos trabajaran, pero no.
La mayoría de los legisladores hacen lobis a favor de empresas, minería ilegal que depreda los bosques, universidades de ‘cartón’ y alguna otra actividad lucrativa. No trabajan por el pueblo y menos para los ciudadanos que los eligieron.
La gente se queja mucho y ve en los congresistas la encarnación de la inmoralidad, la sinvergüencería y la poca capacidad de gestión. Sin embargo hay algo muy claro: esos legisladores no llegaron ahí de la nada. Nosotros los elegimos.
Por eso es muy importante saber por quién votaremos en los próximos comicios del 2026 para no llevarnos una mala sorpresa. Es más, en redes sociales deberían hacer campaña para identificar y contar la vida de esos parlamentarios flojos, ladrones y sinvergüenzas que buscan reelegirse y seguir viviendo de la teta del Estado.
Es difícil que suceda, pero necesitaríamos que el Congreso renueve un tercio de sus miembros cada cierto tiempo, a fin de expectorar a los malos elementos y que los que queden sepan que si no hacen una buena labor serán expectorados.
La revocatoria existe entre alcaldes, gobernadores regionales, y hasta los jueces y fiscales pueden ser apartados de sus funciones por mal proceder, pero eso no sucede con los legisladores. Por eso ahora se creen reyes y hacen lo que les da, literalmente, la gana”. Me voy, cuídense.
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