Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un seco de cordero con yuquitas sancochadas, su ensaladita de cebolla y ají limo, con una jarrita de chicha morada al tiempo. “María, hay una frase del historiador francés Pierre Fredy de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos, que debemos tener siempre presente: ‘Lo importante en la vida no es el triunfo, sino la lucha’. Pero no lo decía como una forma de admitir el conformismo, que es la principal causa del fracaso, sino con la intención de resaltar el espíritu de lucha, que no es otra cosa que la dedicación, la perseverancia y la disciplina: la fórmula del éxito. Todo lo que una persona puede alcanzar está estrechamente vinculado con la fuerza de voluntad, pues la mejor forma de hacer realidad nuestros sueños, cumplir nuestros objetivos y alcanzar nuestras metas es a base de decisión, lucha y constancia. Un sueño no se convierte en realidad por arte de magia, ya que requiere sudor, determinación y trabajo duro. En ‘Contigo Perú’, la hermosa canción de Polo Campos, hay una estrofa que dice: ‘A luchar peruanos/que somos hermanos/Que sea la victoria nuestra gratitud/Te daré la vida y cuando yo muera/me uniré en la tierra contigo Perú”. Es una oda al espíritu de lucha. Aquí te dejo unos tips para tus lectores:
- Ten paciencia y sé realista: el que mucho abarca, poco aprieta. Ve despacio, fija tu objetivo y tus posibilidades. Visualiza las metas, pero también el proceso.
- No presumas: por la emoción, a veces es posible que nos gane el entusiasmo. El alarde puede encontrar voces escépticas y, en ocasiones, la envidia y maledicencia.
- Controla tus nervios: cuando somos impulsivos, dejamos de pensar y empezamos a actuar por instinto. Romper ese estado puede ser una forma efectiva de recuperar las riendas de nuestro comportamiento.
- Mantén siempre firme tu fuerza de voluntad: Albert Einstein decía que ‘hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad’. No apagues el motor de tu alma.
- Evita el perfeccionismo: no hacer las cosas perfectas no es el fin del mundo. Sin embargo, desperdiciar energías en que sea perfecto puede acabar con nuestras fuerzas, desviarnos del camino y truncar el objetivo.
- Toma a alguien como ejemplo: tener un modelo es una práctica sencilla y eficiente que permite el perfeccionamiento o la corrección de una acción. Puedes inspirarte en alguien, pero tener tu propio estilo, tu sello personal que te hace distinto.
- Ten todo bajo control: tu fuerza de voluntad está en gran parte dirigida por tu pensamiento, de manera que modificándolo lograrás tener más autocontrol”.
Tiene razón mi amigo Gary. Me voy, cuídense.
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