Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante con hambre. Estuvo haciendo un recorrido por diversos lugares en el Día de la Madre y se pidió una papa a la huancaína y su arroz con pollo parte pierna, además de su jarrita con agua de jamaica.
“María, en estos tiempos de tanta violencia en los hogares y calles, hay que tener mucho cuidado con las amistades que uno elige. Para escoger a buenos amigos, se deben tener en cuenta aspectos como la edad, la confianza, el respeto, la honestidad y la reputación, entre otros. Muchas veces, los jóvenes no hacen caso a los padres, son muy autosuficientes, creen tener la razón porque están todo el día conectados a Internet, e incluso califican a los padres de ‘anticuados’ y ‘cucufatos’.
Estos jóvenes olvidan que un padre honesto y trabajador, siempre va a desear que su hijo sea una persona correcta, que estudie y trabaje que se gane la vida de forma decente. No hay que esperar que suceda una desgracia para arrepentirse y recién decir ‘mi papá o mamá tenía razón’.
Recuerden que una mala decisión puede cambiar tu vida en solo un minuto, y puedes terminar en la cárcel o muerto. El buen amigo te aconseja para bien, no te involucra en casos peligrosos ni te motiva a ganar dinero fácil que, por lo general, siempre es ‘sucio’. Por eso, ten en cuenta estos consejos:
Falsos amigos: Sonríen en tu cara y te hacen creer que te estiman, pero cuando no estás, te menosprecian y hablan mal de ti. Son traidores.
Oportunistas: Les gusta usarte porque tienes bienes como carro, vivienda propia, dinero y otros que les interesan. Te adulan y se muestran serviciales solo para sacar provecho de ti.
Egocéntricos: Se creen los mejores y el centro de todo. No les interesa cómo te va en la vida ni cómo te sientes.
Se hacen las víctimas: Siempre acuden a ti para que les des consejos, pero cuando necesitas de ellos son muy breves.
Pegajosos: No pueden ‘compartirte’ con los demás. Cuando te ven con alguien, se sienten ‘celosos’. Son inoportunos y a veces hasta atrevidos.
Espías: Siempre están tratando de averiguar algo de ti para luego usar esa información a su favor. Hasta usan técnicas de espionaje.
Entrometidos: Emplean y toman tus ideas, interfieren o intervienen en tus amistades, familiares, compañeros de estudios o de trabajo. Su objetivo es utilizarte para beneficiarse”. Mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense.